La app de mensajería Telegram, que se ha convertido en la alternativa a WhatsApp y Facebook Messenger, enfrenta momentos difíciles luego de que el gobierno ruso trata de bloquearla por no permitirle espiar lo que escriben los usuarios.
Telegram es una plataforma de mensajería muy parecida a WhatsApp, pero a diferencia de esta no comparte la información con Facebook o con otras compañías con algoritmos y segmentación de intereses.
Esta app fue lanzada hace cinco años por los hermanos Nikolai y Pavel Durov, los fundadores de la red social rusa VK, y la compañía funciona como una organización sin fines de lucro.
Aunque Telegram cuenta con decenas de millones de usuarios alrededor del mundo, en algunos mercados no es tan popular como WhatsApp, propiedad del gigante Facebook.
Telegram se convierte en tendencia en Twitter cada que WhatsApp deja de funcionar. Pero en semanas recientes ha cobrado una mayor relevancia.
El gobierno de Rusia le declaró la guerra a Telegram. En días recientes, las autoridades señalaron que la administración de Vladimir Putin puede bloquear el acceso a Telegram porque esta se negó a entregar las llaves para tener acceso a los mensajes encriptados de los usuarios.
El Servicio de Seguridad Federal de Rusia han exigido a Telegram y otros servicios el poder leer los mensajes de los usuarios como parte de sus investigaciones, en algo que muchos consideran una violación a los derechos civiles y una herramienta de persecución por parte del gobierno.
De acuerdo con el New York Times, el problema para el Kremlin es que muchas agencias gubernamentales, incluyendo la oficina de prensa de Vladimir Putin, utilizan Telegram para comunicarse.
Mientras tanto, en Francia el gobierno señaló que tiene planes para desarrollar su propia app de comunicación encriptada para dejar de utilizar Telegrama y WhatsApp. Reuters señala que algunos ministros están preocupados porque dichas apps no cuentan con servidores en tierras francesas.