Durante mi infancia y adolescencia, cuando mi padre viajaba a Estados Unidos, traía una crema muy espesa y semitransparente que venía en un tubo blanco con la bandera de Noruega, de la marca Neutrogena, esta maravillosa crema evitaba que se partieran las manos en las frías mañanas decembrinas del entonces DF.
También traía un jabón semitransparente de pH neutro de la misma marca. Eran los años del proteccionismo en su peor y máxima expresión en México; no existía el TLC y era difícil adquirir la cantidad de marcas que encontramos en los autoservicios actualmente.
Neutrogena nació como una marca cosmética en 1930 cuando Emanuel Stolaroff fundó una pequeña empresa dedicada a productos de maquillaje para salones de belleza a los que acudían las actrices de Hollywood, que llamó Natone. Diez años después sus productos comenzaron a venderse al menudeo.
En 1954, Stolaroff viajó a Europa para explorar el mercado y buscar productos que llevar a Estados Unidos, conoció a Edmond Fromont, un químico belga, que había desarrollado un jabón facial de glicerina transparente que se enjuagaba fácilmente, el pH de la piel se normalizaba en 10 minutos, un tiempo menor que lavar la cara con agua natural. Stolaroff compró los derechos para distribuir el jabón con el nombre de Neutrogena en Estados Unidos. Un año antes el arqueólogo e historiador Lloyd Cotsen se casó con Joanne Stolaroff, hija de Emanuel. Cotsen estudió entonces una maestría en administración y comenzó a trabajar en la empresa de su suegro.
El jabón de Fromont fue un verdadero éxito en el mercado norteamericano. Cotsen desarrolló las estrategias para la venta del jabón; determinó un costo entre los productos de Elite y los populares jabones de tienda departamental. Así, como el mismo Cotsen decía, no tenía que presionarse por la competencia.
Otra idea importante en la estrategia de Cotsen fue conseguir que el jabón fuera promovido por dermatólogos y por los hoteles de lujo. La popularidad del jabón fue fundamental para que en 1962 la empresa cambiara de nombre por el de Neutrogena. Ese mismo año murió Fromont, en 1967 Cotsen fue nombrado presidente de Neutrogena.
La crema de manos, cuyo origen se atribuye a los pescadores noruegos, salió a la venta en los años setenta junto con productos para combatir el acné en los adolescentes. Neutrogena pidió a los jóvenes norteamericanos enviar 25 centavos a la empresa para pagar el envío del producto y un cuestionario que se comprometieron a llenar de manera honesta; más de 57 mil jóvenes cumplieron el reto. Existían ciertos litigios entre el heredero de Fromont, un ambicioso hombre llamado Arne Tali que se casó con la amante y única heredera de Fromont y Cotsen.
En 1979, la esposa de Costen, su hijo y un amigo fueron asesinados en su casa de California. Lloyd siempre pensó que él era el verdadero objetivo del crimen, se mantuvo cambiando de lugar donde vivir, cuidando al mismo tiempo a sus hijos mayores contratando guardaespaldas. Con el tiempo la policía dio a conocer que las sospechas sobre Tali habían surgido de las disputas legales que este individuo tenía con Cotsen.
La empresa tuvo un crecimiento constante y sorprendente durante los setenta y ochenta. En 1994 Johnson & Johnson compró la marca a Cotsen y desde entonces es propietaria de la misma, ha desarrollado productos para la piel, el cabello, protectores solares y se distribuye en más de 70 países.
Cotsen murió el 8 de mayo de 2017 en su casa de Beverly Hills.