En México, el Partido Revolucionario Institucional -PRI- anunció un nuevo relevo en su dirigencia con la renuncia de René Juárez Cisneros para dar paso a Claudia Ruiz Massieu Salinas. Con esta acción, el histórico instituto político buscará cuidar la marca partidista que vivió una de las peores debacles desde su fundación, en 1929 -como partido Nacional Revolucionario-.
A pesar de que se había anunciado -por parte de la dirigencia de la Confederación de Trabajadores de México, CTM- que el ex gobernador del estado de Guerrero, Juárez Cisneros, permanecería al frente del PRI hasta 2019, es el propio político quien hizo el anuncio en una conferencia de prensa bajo el argumento de que lo hizo “en un acto de congruencia y como decisión personal”.
Mensaje a medios. https://t.co/RRmZOWcKZU
— PRI (@PRI_Nacional) 16 de julio de 2018
Claudia Ruiz Massieu llega a ocupar esta vacante de manera interina y lo hace con la experiencia de haber ocupado en el pasado otros cargos de importancia al interior del partido y también en el gobierno federal de Enrique Peña Nieto. Por otra parte, el hecho genera reacciones encontradas por tratarse de la sobrina del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, personaje político que no ha perdido importancia ni en el imaginario popular ni en el curso de la historia política y social de México.
Se dice que se trata de una estrategia para ejercer un contrapeso efectivo en la búsqueda de apuntalar la marca de este instituto político, toda vez que su votación nacional apenas superó el 16 por ciento de los sufragios emitidos para su candidato a la presidencia de la república, José Antonio Meade Kuribreña.
Se trató de la votación más baja en la historia del partido y la segunda ocasión que pierde el poder cuando lo ostenta, la primera ocurrió en 2000, cuando su candidato Francisco Labastida Ochoa fue vencido en las urnas por Vicente Fox Quesada, contendiente de extracción panista que rompió con 71 años de un partido único en el poder. En aquella ocasión, sin embargo, el partido aún controlaba la mayor parte de las gubernaturas y su marca política seguía siendo muy efectiva en amplias regiones del interior del país.
Hoy el panorama pinta mucho más complicado para el PRI porque sólo gobierna 14 entidades y en meses próximos esta cifra disminuirá a 12. Asímismo, el priísmo y su eficiencia política se vio mermada en prácticamente todos los estados, por ejemplo, en el Estado de México, uno de sus grandes bastiones, en donde el actual gobernador Alfredo del Mazo Maza, tendrá que trabajar con alcaldías mayoriteadas por el partido Movimiento de Regenaración Nacional y con senadores y diputados federales también de oposición.
Ya se verá qué tipo de estrategias de marketing político logra desarrollar Claudia Ruiz Massieu para lograr que la marca política del PRI logre detener el proceso de descomposición que ha mostrado con los últimos procesos electorales.
