La figura de la vocería enfrenta hoy, más que nunca, nuevos retos en cuanto a tiempo de interacción y oportunidades para impactar positivamente en las audiencias. No obstante, tener acceso a la tecnología necesaria y dominarla no implica que contemos con las habilidades propias que requerimos para el manejo de una comunicación eficaz.
Ante esta nueva realidad, resulta pertinente que nos preguntemos: ¿estamos preparados para interactuar en este nuevo ecosistema de la comunicación?; ¿contamos con las herramientas y el conocimiento para gestionar, de manera correcta, nuestra marca personal en plataformas digitales?; y para los voceros institucionales, ¿es una opción inteligente mantenerse al margen de las redes sociales?
Sin duda, existen nuevos desafíos de los cuales el vocero contemporáneo no puede escapar. De manera enunciativa, pero no limitativa, mencionaré cuatro de los principales retos que el vocero de la era digital enfrenta en su día a día:
- El verdugo de la inmediatez
Nada más evidente que experimentar cómo la producción del ciclo noticioso se ha acelerado vertiginosamente en los últimos años. Somos capaces de recibir información a través de nuestros dispositivos, prácticamente, en tiempo real, sin importar que los hechos hayan ocurrido a nivel local, o bien, a miles de kilómetros de distancia. ¿Qué implicación tiene esta nueva realidad para el vocero que busca responder con oportunidad a las necesidades sus audiencias?, ¿qué atributos debería desarrollar para atender en tiempo y forma esta nueva demanda?, ¿debemos responder a todo en todo momento?
- La preponderancia de la imagen
El destacado pensador italiano Giovanni Sartori ya lo había visualizado desde hace más de dos décadas: hemos evolucionado del Homo sapiens al Homo videns. Hoy en día, la imagen es el mensaje y, por lo tanto, las imágenes cobran mayor sentido y valor que lo escrito o hablado.
Según la plataforma de PR Management MucRack, en su estudio “State of Journalism 2022”, una de las principales características que buscan los periodistas en una historia para que esta pueda ser compartida es que contenga imágenes atractivas o infográficas.
¿Deben los voceros explorar nuevos formatos de participación en donde su imagen ocupe un lugar protagónico en la historia que se desean compartir?, ¿cómo debe construir el vocero su propia marca personal de manera que proyecte una imagen visual alineada a los valores de la institución que representa?
- En la mira de los reflectores: competir con los influencers
Tanto los periodistas como las principales cadenas de noticias atraen la atención en Twitter y Facebook, pero en múltiples ocasiones son eclipsados por influencers y fuentes alternativas en redes como TikTok e Instagram. TikTok ahora cuenta con una penetración muy relevante en el segmento de las personas menores de 35 años.
Lo anterior también puede suceder con los voceros institucionales. Sus declaraciones o posturas pueden verse opacadas por figuras de mayor influencia y atracción, que no necesariamente cuenten con argumentos de mayor sustento o nivel de especialización.
¿Puede convertirse un vocero institucional en influencer?, ¿esto abona o no en la construcción de reputación de la marca que representa?, ¿cuáles son los límites que los voceros deben respetar?
- El metaverso, una nueva realidad cada vez más cercana
El metaverso es el nuevo entorno virtual en donde podemos interactuar social y económicamente como avatares a través del ciberespacio. La interacción con medios de comunicación y otras audiencias relevantes comienza a despegar también en este este nuevo espacio, poco explorado hasta ahora, pero con un enorme potencial de cara al futuro. En España, por ejemplo, en febrero pasado, la empresa Lenovo decidió presentar a la prensa su nueva tableta, la Tab 12 Pro, a través de un evento en el metaverso. En nuestro país, AT&T se olvidó de la típica rueda de prensa y anunció recientemente dentro del metaverso la disponibilidad de su red 5G no solo en la Ciudad de México, sino también en Guadalajara y Monterrey.
Mientras que el metaverso adquiere una presencia suficiente, los voceros deberán prepararse para entender la complejidad de este espacio, así como las reglas de oro para interactuar de manera eficiente con sus interlocutores.
Las respuestas a las preguntas que aquí planteo pueden ser diversas, y quizá las construyamos a partir de la propia formación y de los aprendizajes obtenidos como resultado de experiencias personales. Pero, lo cierto, es que ningún vocero que busca influir y colocar su voz, o la de su organización, en las comunidades digitales puede alejarse demasiado de esta premisa: somos lo que posteamos. Más allá del domino tecnológico, cada competencia en el manejo de nuestra comunicación es trascendental en la construcción de reputación y credibilidad, pero, sobre todo, en la manera de cómo somos percibidos por nuestros interlocutores y nuestras audiencias más relevantes.
Por Ana Paula Ugalde, Directora de Capacitación de Zimat Consultores
