La circulación de periódicos y revistas impresas cae en todo el mundo y los medios buscan alternativas para reconvertirse y salvar sus negocios.
Pero hay un “daño colateral” de este fenómeno que no está siendo contemplado: la pérdida de trabajo que sufren los puntos de comercialización, los puestos –o kioscos– de diarios.
En Argentina, hay una estrategia por la que se busca ampliar el abanico de productos con la idea de compensar la baja en las ventas de los periódicos y revistas mensuales y semanales impresas.
“El Ministerio de Trabajo acordó con el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas que los tradicionales kioscos de diarios amplíen sus servicios y se adapten, así, a las nuevas demandas de consumo. Los titulares de estos negocios podrán entregar correspondencia, papelería, paquetes, productos comprados por Internet, documentos de identidad, pasaportes y tarjetas de crédito y débito”, publicó La Nación.
La intención es sumar nuevos públicos a estos puntos de venta, algo que no parece imposible porque, en general, están ubicados en lugares estratégicos de las grandes ciudades.
Es “una forma de aprovechar su ubicación para brindar un servicio más amplio”, analizan en el medio argentino.
Según se explicó oficialmente, la adhesión a este plan no será automática, pero bastará que los titulares de estos puestos soliciten una credencial adicional a la que hoy tienen.
Sólo en la Ciudad de Buenos Aires hay más de 2.000 puestos de diarios y revistas y en el conurbano bonaerense otros 5.000 más.
El sistema se instrumentará con la publicación de una resolución complementaria al actual régimen de Venta y Distribución de Diarios y Revistas con el objetivo de “ampliar la base de sustentabilidad” de estos negocios. Muchos ya habían empezado a incorporar otros rubros de venta, como las ediciones coleccionables, libros, juguetes y la carga de la tarjeta de buses y trenes.