Internacional.- Prácticamente desde el momento en que la FIFA dio a conocer la designación de Qatar como sede de la Copa del Mundo de 2022, la polémica se ha convertido en el pan de cada día del torneo, siendo su recién descubierta ‘renta de aficionados’ el problema más reciente.
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Una de las grandes razones por las que el organismo rector del futbol mundial resolvió otorgar la sede del campeonato a la nación árabe fue debido a su ‘gran amor’ por el deporte, sentimiento que podía ser fácilmente apreciado en prácticamente todos los eventos deportivos que se realizan dentro del país. En resumidas cuentas, Qatar vendió cierta imagen a la FIFA.
Sin embargo, recientemente The Associated Press ha puesto en entredicho está visión de ensueño que se tenía de la nación árabe a través de una investigación en la que se revela que la gran mayoría de los asistentes a los diferentes espectáculos deportivos no son sino inmigrantes a los cuales los organizadores pagan entre 4 y 8 euros para que hagan lucir a éstos abarrotados.
Si Qatar ya se encontraba en el ojo del huracán por los supuestos problemas de corrupción en su designación, estos descubrimientos por parte de la agencia noticiosa ponen en tela de juicio la imagen que se tenía de la nación árabe y que sirvió como ‘principal razón’ para otorgar la Copa del Mundo a dicho país.
