Internacional.- Los niños (y no tan niños) que estudiaron programación en la década de 1990 seguramente recordarán a LogoWriter, el software educativo más popular de esos años.
Su creador, el matemático sudafricano Seymour Papert, falleció este domingo 31 de julio, a la edad de 88 años.
Papert pasará a la historia por ser el creador del lenguaje de programación Logo, en 1968. Años después, su software daría la base para la creación de LogoWriter, un programa de educación infantil donde el texto se transformaba en un objeto. Quedará en la memoria de muchos porque en el monitor de la computadora la imagen de una tortuga vista desde arriba se movía a medida que se le daban comandos.
Sad to report that Seymour Papert died yesterday.He inspired people around the word to be joyful and creative learners and teachers.
— Logo Foundation (@LogoFoundation) 1 de agosto de 2016
Si bien el más difundido fue LogoWriter, existieron otros software de enseñanza basados en Logo, como FMSLogo, WinLogo, Logo Gráfico, XLogo, MSWLogo y LogoEs.
Seymour Papert, sudafricano de nacimiento, fue considerado un matemático científico computacional excepcional. A través de los años, participó con grandes compañías en torno a la educación de niños, como Lego, por ejemplo.
Frases de Seymour Papert que quedarán en la historia
- “La única habilidad competitiva a largo plazo es la habilidad de aprender”.
- “El papel del profesor es crear las condiciones para la invención, en lugar de proporcionar un conocimiento ya hecho”.
- “La escuela enseña que los errores son malos. La filosofía de la depuración propone una actitud opuesta: los errores nos benefician porque nos llevan a estudiar lo que sucedió, a comprender lo que anduvo mal y, a través de comprenderlo, a corregirlo”.
- “La computadora es el Proteo de las máquinas. Su esencia es su universalidad, su poder de simular”.
- “Una idea central detrás de nuestros ambientes de aprendizaje era que los niños fueran capaces de utilizar ideas poderosas tomadas de la matemática y la ciencia como instrumentos de poder personal”.
- “El trabajo matemático no avanza por el estrecho sendero lógico de una verdad a otra y luego a otra, sino que –osadamente o a tientas– sigue desviaciones a través de un pantano de proposiciones que no son ni simples y totalmente ciertas, ni simples y totalmente falsas”.