La llegada de Donald Trump al poder en Estados Unidos y la ejecución del Brexit en el Reino Unido tendrán distintos impactos en la migración, las políticas públicas y los patrones de consumo.
Este año comenzarán a aplicarse las medidas del Brexit, con lo que el Reino Unido saldrá del mercado común de la Unión Europa y ya no funcionará bajo las reglas del organismo internacional. El gobierno británico endurecerá sus políticas migratorias y establecerá medidas proteccionistas.
No sólo habrá un impacto entre los inmigrantes que viven en Inglaterra y los países del Reino Unido, quienes podrían verse obligados a salir de la región. También habrá algunos que se verían forzados a regresar.
De acuerdo con un reporte de The Guardian, cientos de miles de británicos que viven en Europa, trabajadores o en el retiro, tendrían que regresar si el sistema de salud del Reino Unido deja de estar garantizado para ellos. En la actualidad reciben servicios médicos prácticamente gratuitos en países como España y Francia porque el gobierno británico reembolsa a los hospitales.
En Estados Unidos también se prevé un fenómeno migratorio, pero en este caso obligado, porque Donald Trump podría ejecutar su idea de deportar a los migrantes indocumentados que han cometido delitos. Durante una entrevista con 60 Minutos en noviembre pasado, Trump calculó que serían entre dos y tres millones de deportaciones.
De acuerdo con Pew Research, en la Unión Americana había en 2014 unos 11 millones 100 mil personas sin documentos migratorios, de los cuales 8 millones son trabajadores que representan el 5 por ciento de la fuerza laboral de Estados Unidos.
El 52 por ciento de los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos son mexicanos por lo que se espera que las deportaciones sean masivas hacia México.
Otro país que recibirán a sus migrantes será Cuba. En la actualidad ya hay una lista de al menos 2 mio 746 cubanos que podrían ser deportados en cualquier momento. Además, Estados Unidos acaba de dar por terminada la política de “pies secos, pies mojados” por lo que se complicará para los habitantes de la isla ir a vivir al país del norte. Según la BBC, en Florida hay entre 10 mil y 35 mil cubanos con orden de deportación.
Las naciones que reciban a miles de migrantes tendrán nuevos retos. Primero, el gobierno deberá establecer políticas públicas para ayudarlos. En algunos casos habrá personas que migraron en su niñez y adolescencia y no tendrán vínculos, ahorro para el retiro ni seguridad social.
El regreso de los migrantes también podría significar cambios en los patrones de consumo de las ciudades a las que lleguen. Las personas que están acostumbradas a cierto estilo de vida y disponibilidad de productos podrían cambiar el entorno de las comunidades.