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Inkwood Research dimensionó en un estudio qué tanto se consumían derivados del agave como el tequila a nivel mundial.
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El Consejo Regulador del Tequila asegura que bebidas derivadas del agave como el tequila, registró en 2021 su mayor cifra de producción desde la década de los 90.
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Con un precio cercano a los mil pesos por 700 mililitros, el mezcal de Maluma se suma a ofertas como Gran Malo de Luisito Comunica.
Maluma es una de las últimas personalidades en entrar al mercado del agave y se suma a Luisito Comunica y Kendall Jenner, influencers que han entrado al mercado de bebidas espirituosas.
El mercado del agave tiene un potencial de más de 15 mil millones de dólares para este 2023 y la cifra es parte de una investigación que Inkwood Research condujo en octubre de 2021. La cifra se centra en América del Norte, que para ese año tendrá un tamaño de más de 9 mil mdd.
La expectativa es alta en el mercado norteamericano para el consumo del tequila, revelando con ello la fascinación que hay entre las grandes personalidades de lanzar productos inspirados en este segmento.
Dentro de México la cantidad que se ha dibujado entorno al tequila, advierte que tiene un músculo de producción de esta bebida de 527 millones de litros durante 2021, que a decir de estimados del Consejo Regulador del Tequila, ha sido el mayor año de producción, pues el histórico proyectado esta cantidad no se había registrado desde 1995, cuando se contó en 104 millones de litros la producción.
Con más jugadores en el lanzamiento de tequilas y mezcales, hace todo el sentido que el nivel de producción del tequila en México esté en cifras récord, debido a la demanda para manufactura de nuevas marcas que se está haciendo.
Maluma como Luisito Comunica
Mientras la industria del agave tiene cifras sorprendentes sobre el tequila, que evidencian la gran demanda que hay del producto, el mezcal que tiene en localidades como Oaxaca mercado para clave para su manufactura, ahora se vende en botellas con la etiqueta de Malacruz, la nueva marca que Maluma presentó y emula a grandes personalidades como Luisito Comunica, quien han emprendido un negocio en este mercado.
La presentación de la bebida a sus 28 años de edad, permite al cantante entrar en un segmento como copropietario de la bebida que es producida en Tlacolula, Oaxaca, estado que ya había visitado en 2021 y que ahora sabemos el sentido de su viaje.
En el de Maluma sobre su bebida, este hizo uso de su cuenta de Instagram y una activación en la ciudad de Nueva York, donde hizo el lanzamiento del producto y no es gratuita la acción con el cantante se animó a llevar el anuncio oficial de su bebida al país donde la demanda de bebidas alcohólicas procedentes del agave es de las más altas en el mundo, tal como lo demostró una proyección de Inkwood Research.
Como parte de la presentación de su nueva bebida, el cantante reveló parte del perfil de emprendedor que mantiene y cómo ha diversificado sus inversiones no solo en una bebida, también con una casa productora, donde filma sus canciones; una marca de ropa, un criadero de caballos y una marca de perfume.
El mezcal tiene un precio de 929 pesos en su presentación de 700 mililitros y en su descripción de producto destaca ser un destilado cristalino, obtenido en un 100 por ciento de forma artesanal, gracias al proceso de maduración (donde reposó seis meses en barricas de roble y filtrado en carbón activado) y filtración en lotes pequeños, que dan una bebida con notas de agave verde, cítrico, vainilla y frutos secos, con final de agave cocido; de entrada suave, desarrollando notas de agave cocido, vainilla y cacao; de gusto dulce y permanencia larga.
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Ver cada vez más a celebridades impulsar a través de su influencia en redes la venta de sus propias marcas de bebidas parece consolidar el emprendimiento para estas personalidades, que toman la ventaja que hay en el mercado de bebidas espirituosas, donde el consumo de derivados del agave es importante, por lo que emprender marcas inspiradas en la bebida cobra sentido. El reto está en lograr que el producto conquiste al consumidor, al grado de convertirse como Gran Malo, en parte del gasto para la despensa que lleva a cabo el consumidor mexicano.
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