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Luisito Comunica rechaza sillón de fan y desaire impulsa su negocio en redes

El perfil del “influpreneur” se multiplica cada vez más en redes, con casos que involucran a Luisito Comunica, Ángela Aguilar y Soy Mirrey.
  • La historia contada por Daniel Gutiérrez de cómo emprendió un sillón para Luisito Comunica acabó en negocio de muebles por redes.

  • Merca2.0 contactó a Daniel Gutiérrez para hablar a detalle sobre el polémico sillón que hizo a Luisito Comunica.

  • Hay un estudio que revela una práctica común en los nuevos emprendedores: apalancar sus negocios de redes sociales y el caso de un fan de Luisito Comunica lo demuestra.


Luisito Comunica ignoró a un fan que quería conocerlo en persona para darle un regalo especial.
Tras el desaire se motivó a poner el obsequio a la venta e hizo un anuncio con cerca de 11 millones de reproducciones en TikTok. Esta simple acción lo ha convertido en un influpreneur. ahora tienes pedidos especiales de personalidades como El Komander.

Daniel Gutiérrez, de oficio chalán de carpintería, explicó que tras el desplante de Luisito Comunica, tiene a la venta su silla en la que se ven cabezas de palomas talladas, misma que regalaría al youtuber por su apodo “El Palomo”. La acción solo requirió de un simple video editado en TikTok y la cantidad millonaria de reproducciones para patentar el poder de contar una historia, donde el influencer es protagonista.

A tan solo tres días de publicar su historia, el video suma cerca de 11 millones de reproducciones, dando a conocer cómo las narrativas logran alcanzar viralidad en redes, con una fórmula ampliamente probada: diseñar productos especiales en sus emprendimientos y contar esa historia en redes.

Merca2.0 contactó a Daniel a través de su cuenta de Instagram y en una videollamada de más de una hora, esto compartió con el medio, las razones de por qué se motivó a crear una silla personalizada con hojas de oro de 24 kilates y lo que ha pasado después del desaire de Luisito Comunica.

Merca2.0 – ¿Cómo contactaste a la novia de Luisito Comunica?

Daniel Gutiérrez – A mi me toco que, cuando recién el internet se abría al público, tenía un hermano que trabajaba como maestro de computación y yo me metía al internet y ahí fue como me gustó el internet. Fui creciendo y conociendo a los influencers, quise ser youtuber, entonces te empapas en el mundo de la influencia y te da miedo, muchas cosas no saber edita.

Mi tío fue creciendo en el negocio de muebles y con más de 30 años en el negocio le hablé y pedí empleo y me mando al área de laquear los muebles, donde su yerno me estaba enseñando y después me ocuparon en el área de carpintería y yo miraba como cortaban la madera. Me pusieron con un primo de mi edad, quien empezó desde los 14 años a trabajar con su papá.

Me enseñó a hacer muebles, pero me entró la espinita de crear un programa en Youtube y me compre una videocámara con lo que me estaban pagando y me dieron un aguinaldo. El canal se llamaba Págame lo que me debes, que trata de exponer personas que deben dinero, así como el formato de Lizbeth Rodríguez, me costó mucho soltar la idea a alguien, porque desconocía de cómo empezar a grabar y me miraba a la cámara y me soltaba a hablar, hablar hablar. Pasaron tres años y vi a un influencer que se llama Tony Basurto, quien salió en un video de Lizbeth y dije ‘ese wey yo lo conozco’, porque una vez le reparé un celular en Tijuana donde era yo muy famoso (por las ventas y amabilidad en su trabajo). Le escribí por Facebook y le confesé que quería empezar en Youtube, pidiéndole que si iniciaba me apoyara. Pasaron dos años en youtube con video vlogs de mi vida y de un repente me animo y le digo, ‘oye Tony quiero lanzar un programa, Págame lo que me Debes’, hablé con I am Chinchillas y hablé durante una hora por Whatsapp, me dijo ‘mira, son actores, se les paga 500 pesos, es difícil pero no imposible’, entonces me gustó la idea del programa. vino Tony Basurto, hablamos y conocí a un amigo que tenia cámara y sabía editar, se llama Marco Morán y sabe motivar, casualmente Dios me acomodó las cosas.

Me metí a páginas de Facebook, busqué actores, los contacté, hice guiones, tengo tres episodios, los videos salían bien caros y grabamos tres y no nos fue bien, porque el canal de Tony no tenía mucho engagement y fue mi primer proyecto y me di por vencido.

Ya los videos nos salían 400 pesos hacerlos (tres personas pagaban esta cantidad), pero teníamos que estar dos días de trabajo sin trabajar.

Me agüite, porque era un proyecto que yo pensaba que me iba a ir bien pero me desmotivé, pero yo quería algo en redes sociales y me fui para Tijuana. Cuando estaba allá, estaba deprimido, con sentimientos de esas veces de que la vida no vale para nada.

Empecé a escuchar TikTok, no le entendía a TikTok, nada mas escuchaba que TikTok y lo descargué antes de iniciar el sillón de Luisito Comunica en octubre de 2021 que le mandé un mensaje. Empecé a ver videos de como funciona TikTok en redes sociales, a mi me gustan videos de motivación y en una de esas me salió un coach (…) y trabaja en Badabun, lo contacto, hablé con él, me ayudó muchísimo y la otra coach que me ayudó se llama Coral Mujaes, quien dice que nuca te des por vencido, que no negocies con la mente que dice: no puedes, no negocies y si tienes un plan, tienes que hacerlo. Empecé a ver sus videos y me empecé a motivar.

En una de estas vi un video donde te decía que si quieres hacer algo, lo hagas por pasos, que son como escalones, que si tu decisión es emprender un negocio ve cómo es, después puedes ver como hacer ese negocio, ella decía ‘enfócate en para qué eres bueno y de eso apaláncate’ y soy bueno creando muebles. Trabajé creando muebles y dije, ‘estaría chido crear un mueble a Luisito Comunica, tiene una marca, Rey Palomo, ‘créale un sillón, a parte lo admiras y dice que crees cosas raras, dice: muéstrale el mundo tus rarezas y después vienes y me dices que tal te fue’.

Compré la hoja de madera en Tijuana, imagínate que la hija de madera es del tamaño de la cama y le hable a mi primom con mi primo armé el diseño por videollamada, pongo sus palomas aquí, pongo la paloma arriba y diferentes cosas, ya había hecho in video en TikTok, donde dije, ‘Luisito Comunica, te quiero hacer una silla en TikTok si me quieres ayudar deposítame y le mandé un mensaje de la cuenta muebles, se lo mandé en octubre de 2018 en Instagram (de la cuenta Muebles Finos) cuando trace el sillón, me faltaba dibujar las palomas, tengo un hermano que dibuja muy chingón y le hablé, lo motivé y vino, dibujó, terminamos como a las tres de la mañana, en un día acabé el diseño del sillón con ayuda de mis primos, quedó el diseño y subí un video donde dije, ‘este es el sillón trono del rey palomo que te quiero fabricar, tallado a mano en 34 kilates’.

El video lo grabé en la madrugada, era mi segundo video en TikTok referente a Luisito Comunica, lo amé, dormí y al día siguiente tenía 100 mil vistas. Lo etiquetaron, todo mundo me empezó a etiquear, porque si lo admiro y yo bien emocionado y que le hablo a mi primo y le dije, ‘oye, crees que me puedan dar trabajo pero dile a mi tío.

La gente me empezó a apoyar y eso es bien bonito, cuando la gente me empezó a a motivar. Yo no estaba interesado en que me mencionara, era un reconocimiento porque me estaba recuperando de una depresión donde me cuestioné qué quería algo en mi vida, incluso desde 2018 que le mandé mensaje a Luisito, dije, ‘yo le quiero vender muebles a influencers que están bien perrones pero valen un billetón’.

Llegué con mi tío y le dije, ‘oye tío, tengo un proyecto’ y me daba chance de ir a grabar, no me pagaba esos días, pero me dejaba grabar y yo lo admiraba un chingo. Es también mucho de la motivación, de querer hacer algo y vender muebles, que me vaya bien vendiéndolos.

Le dije, ‘tengo un proyecto, quiero hacer un sillón; le mostré la imagen y quiero ver si me lo fías y te voy pagando y me dijo, ‘si’ y dije, ‘esto debí decírselo desde antes’.

Llegué a Guadalajara y ese mismo día empecé a trazar el sillón, yo me había llevado una plástico, traces las puras palomas y llegue ese día desde las seis de la tarde me quede hasta las 8 de la noche y mi primo se quedó y me enseñó a trazar y subí un video y me dijeron Echale ganas y ningún hate tenía, sumé com 20 mil suscriptores en el lapso de dos a tres días, empecé a trazar, a sacar plantillas, pedía ‘etiqueten a Luisito para que vaya viendo el proceso del sillón’, porque yo sabía que me iba a tardar meses en ello.

Llegó un momento en que me desmotivé, porque el escultor me iba a cobrar bien caro, pedí un préstamo de 25 mil pesos para las puras palomas, ganaba muy bien y le daba 3 mil pesos a la semana, trabajaba en la carpintería.

Ya cuando por fin fui a recoger el sillón lo subí en TikTok con el audio de un luchador de la WWE y la gente me decía ‘etiqueten a Ari Tenorio’ y yo decía, ‘Ari para qué, entonces vi un video donde Luisito Comunica fue a uno edificios y en TikTok le escribí a Ari y le dije: estoy trabajado un sillón a Luisito Comunica y me dijo, ya se lo enseñé, estamos ansiosos de poder verlo terminado.

A los cuatro meses le escribí y le pedí una dirección para entregarle el sillón y le escribí, ‘Ari dónde puedo enviar el sillón a Luisito Comunica y me mandó una dirección por privado en Instagram y me decía, ‘esta es la dirección’.

De repente Ari me manda un mensaje que dice: ‘Daniel, siento mucho no poderte concretar una cita con Luisito, tiene una agenda muy ocupada espero lo entiendas xoxo”.

Una silla para Luisito Comunica

Los emprendedores recurren a redes sociales para dar a conocer su trabajo, solo que algunos son ignorados o no cumplen con las expectativas de estas personalidades, por lo que sus iniciativas acaban en amargas historias virales, pero al final del día detonan la promoción de sus productos y la exposición de sus marcas.

El emprendimiento ha hecho de las redes sociales su mejor vitrina de venta y canal de comunicación con posibles consumidores. Dentro del estudio “La Fuerza del Emprendedor Latinoamericano” que Amway condujo, se descubrió que el 87 por ciento de los emprendedores hace uso de las redes sociales para iniciar un negocio. En medio de este escenario crece un perfil cada vez más popular en redes: ser “influpreneur”.

Hay tres casos de historias en que emprendedores han buscado apoyarse de influencers. El chalán de carpintería Daniel Gutiérrez, quien quiso regalar una silla hecha a mano a Luisito Comunica. El sastre Alan Giovanny De Castro Camargo, con un traje que diseñó a Soy Mirrey que acabó mal y el diseñador Mauro Nayem, quien como De Castro, también emprendió una campaña en TikTok, pero para llamar la atención de Ángela Aguilar y regalarle un vestido regional, esta acción acabó sin éxito.

@soyquiensoyoficial #parati #viral #luisitocomunica ♬ Demasiadas Mujeres – C. Tangana

@mauronayem Responder a @karlavillaz2003 #fyp #viral #yosoycreador @angelaaguilar_ ♬ Lonely – Justin Bieber & benny blanco

@allangerardomx #dúo con @soymirrey qué opinan? #soymirrey #diseño #traje #moda #viral #parati ♬ original sound – FINO.

“Influpreneurs”

Ser Influpreneur ha llevado a un chalán de carpintería a convertirse en “influpreneur”, rol que crece en redes sociales, donde es más común ver a usuarios que emprender la venta de productos o servicios adaptados a sus seguidores. Un caso tremendamente exitoso al respecto es el de Anna Sarelly, quien pasó de ser influencer promedio a una “influpreneur”, con la venta de bolsas que llevan su marca personal y que lo mismo han ganado polémica que reconocimiento, por incluso aparecer a la venta en Palacio de Hierro.

Martha Debayle es otro gran ejemplo de “influpreneur”, pues ha pasado de ser una personalidad mediática a aquilatar su trayectoria en influencia dentro de redes sociales y, ahora, a vender con ayuda de estas plataformas ropa, maquillajes y productos para el cabello.

Ante este nuevo rol en redes, una técnica recurrente es la de contar historias protagonizadas por figuras públicas como Ángela Aguilar, Soy Mirrey y Luisito Comunica, para incrementar el alcance del producto que se les intenta ofrecer.”

Emprendimientos influyentes

Con cerca de 11 millones de reproducciones en el video de TikTok que Daniel Gutiérrez subió a su cuenta, el fan se convirtió en “influpreneur” al poner a la venta la silla que no pudo regalar a Luisito Comunica.

La viralidad es el común en estas historias donde “influpreneurs” tratan de contactarse con figuras públicas para mostrar el producto que elaboran y quieren regalarles, sin embargo, con resultados negativos, las activaciones comprueban la efectividad de las redes para sus nuevos negocios, al menos dando a conocer sus marcas con reproducciones de cientos de miles o millones de veces.

 

 

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