• Se espera que Foxconn tome una decisión sobre su fábrica de manufactura en México a finales del año

• De hecho ya hay algunas pláticas tempranas con las autoridades de gobierno para definir un buen trato comercial

• Al mismo tiempo, hay una preocupación constante por el creciente número de infecciones y muertes de COVID-19

Gracias a la guerra comercial entre Estados Unidos (EEUU) y China, muchas empresas han tenido problemas en sus cadenas de suministro. Al final, el país asiático era un lugar atractivo para fabricar infinidad de dispositivos, gracias a su intensa industria y mano de obra de bajo precio. Con el conflicto, muchas compañías han empezado a invertir en la diversificación de sus sistemas de producción. Uno de los países favorecidos podría ser, curiosamente, México.

De acuerdo con Reuters, de hecho podría ser en esta nación donde se ensamblen en el futuro dispositivos como iPhones, Macs y otros aparatos de Apple. Esto porque múltiples marcas de manufactura tecnológica en Asia, entre ellas Foxconn y Pegatron, están considerando abrir sus propias fábricas en México. Estas organizaciones no solo son fuertes aliadas de la tecnológica de Tim Cook. Podrían traer miles de millones de dólares (mdd) al país en los próximos años.

Esta decisión, por supuesto, responde directamente a la guerra comercial entre EEUU y China que ha puesto en peligro la cadena de suministro de muchos clientes de Foxconn y Pegatron. Las fuentes cercanas a la negociación que revelaron esta noticia apuntan que Apple aún no se ha involucrado en el proyecto, y por ello no es seguro que se produzcan iPhones en México. A la vez, las marcas asiáticas han mostrado su interés en manufacturar el smartphone en el país.

Una oportunidad de oro para México

Curiosamente, no es la primera vez que se dice que el país se vería beneficiado del conflicto entre China y EEUU. En mayo el presidente López Obrador dijo que esta guerra comercial le podría quitar atractivo al país asiático como “fábrica del mundo”, algo a lo que México podría sacar provecho. Para julio incluso empezó a discutir con varias empresas de acero mover sus operaciones a la República. La firma del T-MEC también ayudó a cimentar algunas teorías.

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Pero todo parece indicar que, contrario a las expectativas, el presidente tenía razón. México al final sí podría convertirse en un reemplazo de China, y con bombo y maroma. Ser el lugar en donde se ensamblan los iPhones no es poca cosa. Apple es una marca comprometida a lograr altos estándares de calidad a lo largo de su cadena de suministro. Esta meta suele motivarla a gastar lo que sea necesario para lograr que todos sus socios cumplan con sus parámetros.

Y viendo el efecto negativo que ha tenido la pandemia en la economía local, no podría ser una mejor noticia para México. Claro, una inversión de miles de mdd a lo largo de varios años no va a ser suficiente para compensar caídas en el PIB de doble dígito. Pero sí es un inicio para acelerar la recuperación del ecosistema nacional. No solo eso sino que, si tiene éxito, podría crear un efecto dominó que traiga a aún más organizaciones comerciales al territorio nacional.

El eterno reto de la inversión extranjera

Hay que destacar que Foxconn y Pegatron no son las únicas que han mostrado interés en seguir apostando a México. Kellogg’s ha intentado capitalizar en las tradiciones históricas del país, aunque sin tanto éxito. Tanto Disney como Fox tienen un pendiente con la autoridades de telecomunicaciones, lo que podría significar la derrama de varios mdd. Incluso a nivel Latam, agentes como Mercado Libre están dispuestos a continuar su inversión dentro del país.

Al mismo tiempo, hay algunas preocupaciones en torno a cómo se van a consolidar los planes de inversión extranjera dentro de México a largo plazo, en especial con el contexto de la crisis. En datos de Expansión, ya desde 2018 que el país estaba estancado como destino de fondos internacionales. Pero según El Financiero, en 2020 salió del radar de muchas marcas. Y el IDIC advirtió que los fondos podrían caer en hasta 20 por ciento a final del año sin una estrategia.