México,DF.-Nadie discute el sinnúmero de ventajas que se obtienen al abrir un perfil en las redes sociales más populares: Facebook, Twitter, LinkedIn, Foursquare, etc. Desde la comunicación diaria con amigos y familiares, la rapidez con que se esparcen las noticias de todo el mundo, el posicionamiento de marca de las empresas, la cercanía con los consumidores, la fidelización de los clientes, generación de leads (identificación de oportunidades de negocios), ofertar bienes y servicios, estudiar los hábitos de consumo de los clientes, etc. Lo que sí es discutible es la cantidad de nuevas posibilidades para el cometimiento de diversos tipos de crímenes.

Los criminales de la era digital son capaces de burlar los sistemas de seguridad más avanzados con tal de obtener cualquier tipo de Personal Identifiable Information (Información Personal Identificable) de millones de usuarios alrededor del mundo. Los gobiernos alertan a sus ciudadanos sobre lo vulnerables que se vuelven al publicar datos personales en la Internet.

Los crímenes en el ciberespacio pueden darse de muchas maneras. Por ejemplo, el phishing (una variación del término inglés “fishing”, que significa “pescar”) es una actividad delictiva por la que se usurpa la identidad de una persona o institución con el fin de ‘lanzar un anzuelo’ a una gran cantidad de personas con el fin de capturar sus datos o recibir transacciones electrónicas.

Otro tipo de crimen que los antisociales cibernéticos cometen es la creación de falsas identidades con el fin de obtener beneficios que pueden ser sentimentales, sexuales y hasta económicos. Cada día es más común encontrar perfiles duplicados (¡y hasta triplicados!) con tal de inmiscuirse en la vida de otras personas y engañarlas hasta lograr sus propósitos oscuros: fraudes financieros, desprestigio, burla, etc.

Por último, el ciberacoso —o ciberbullying— es otra modalidad de crímenes en las redes sociales. Son personas que crean (o hackean) perfiles con el único fin de publicar tweets, posts, fotos, videos y otros contenidos que atentan contra la integridad física, moral y el honor de las personas. Esto último puede causar depresiones, rechazo, burla y hasta el suicidio de quienes han sido víctimas de este tipo de crimen.

Si creías que los crímenes sólo ocurren en “la vida real”, es tiempo de que comiences a andar con mucho más cuidado en la “vida virtual”.