Me siento preocupado porque han pasado más de 18 meses y no he sido considerado para un incremento de sueldo por parte de mi jefe inmediato, empiezo a sentir ansiedad, desesperación, estrés y no tengo ni siquiera un plan para llegar y decirle a mi jefe cual es la razón, motivo o circunstancia del porqué el estancamiento a nivel salarial.

O simple y sencillamente la situación económica está muy complicada y con lo que me paga la empresa no me alcanza para cubrir mis gastos fundamentales como lo son comida, transporte, renta y servicios públicos, por lo que será necesario entablar esa difícil conversación respecto al sueldo.

Lo mejor que podemos hacer en estos casos es tener un plan de acción definido para no llegar a improvisar al momento de la conversación, porque esto nos podría costar un gran disgusto, frustración, ira, preocupación y hasta pudiera afectar nuestro desempeño profesional. Recordemos que se trata de una negociación, así que también estamos obligados a ceder, no toda la balanza tiene que inclinarse de un lado, así que necesitaremos de hacernos de valor, controlar nuestras emociones, ser honestos y evitar en todo momento caer en los errores que a continuación comento:

1. Solicitar incrementos de manera frecuente
Hay gente que tiene como deporte el solicitar incrementos de sueldo cada tres meses, cada seis meses y siempre tendrán la justificación adecuada para solicitar dicho incremento, pues saldrán con el clásico no me alcanza, la colegiatura de mis hijos me la acaban de subir, no tengo para comer, la nana ya no quiere cuidar a mis hijos y en la mayoría de los casos siempre fracasarán en su demanda de incremento salarial porque ni siquiera son capaces de ofrecer algo adicional si les otorgan dicho incremento, además de que el jefe inmediato ya anticipará el asunto por el que el empleado solicitará una entrevista.

2. Exigir sin elementos
Hay ocasiones que vamos a la guerra sin fusil, sin armas que sustenten que merecemos un incremento de sueldo, hay gente que lejos de producir más, se le quita chamba y todavía tienen el descaro de solicitar un incremento solo porqué su antigüedad así lo señala y por supuesto que los incrementos no se tienen que dar de manera automática sin una evaluación previa que así lo determine.

3. Mi compañero gana más que yo
De pésimo gusto el compararse con lo que están percibiendo los demás compañeros, porque no sabemos cuál es el grado de responsabilidad de las tareas de los demás, tenemos que referirnos de manera particular y no enfocarnos en los sueldos de otras personas.

4. Ver la tempestad y no hincarse
Hay gente que ve que el barco se está hundiendo por las condiciones económicas que se están presentando en el país, a nivel global o porqué simple y sencillamente la compañía está pasando por una etapa complicada en sus ventas, hay recorte en gastos, también de personal y ni con todo esto se animan y toman valor para ver lo de su incremento de sueldo. Evidentemente se encontrarán con una respuesta negativa porque las circunstancias así lo indican.

5. Amenazar con dejar la compañía
Hay quienes tienen como único plan el recibir una respuesta positiva a su petición de incremento de sueldo, pero en caso de que les nieguen el incremento, amenazarán con dejar la empresa para buscar mejores alternativas en otros rumbos. Si hay amenaza de por medio con abandonar el barco por otras posibles ofertas, lo único que estarán consiguiendo es que efectivamente les den la libertad para que se contraten en otro lado, recordemos que cualquier elemento es sustituible en las empresas.

6. Saltarse al jefe inmediato
También vamos a meter la pata si en vez de platicar lo del incremento de sueldo con el jefe inmediato, lo saltamos y nos vamos directo con los directores de área, con el director general o con los socios de la compañía. En primer lugar la sugerencia que les darán los directores será el hablar este asunto directamente con su jefe inmediato y en segundo lugar tendrán a un enemigo en su jefe inmediato que dejará de confiar en la persona que se lo saltó y posiblemente hará todo lo que esté en sus manos para que se termine la relación laboral.

7. La imprudencia
Si el día que tenemos planeado para hablar con el jefe inmediato en relación con el incremento de sueldo, notamos que nuestro jefe no está teniendo un buen día, tiene semblante de pocos amigos, le está gritando a todo mundo y sabemos que seguramente seremos imprudentes al tocar el asunto del sueldo, mejor vamos dejando esta plática para otro día, porque lejos de conseguir el ansiado incremento, posiblemente lo que consigamos será un distanciamiento con nuestro jefe, que a la postre, pudiera significar hasta nuestra salida de la empresa por la frustración que ocasionaría la negativa de su parte.

Tomar en cuenta esta serie de errores al momento de solicitar una entrevista con el jefe inmediato para revisar nuestra situación laboral será de gran importancia, porque llevaremos cierta ventaja al estar preparados para lo que venga. En lo que más debemos confiar a la hora de entablar esta plática sobre el sueldo es en nuestro trabajo, porque si nuestro trabajo habla por nosotros ni siquiera tendrá que ser una plática tensa, al contrario, se convertirá en una agradable conversación con la mira puesta en nuevos retos.