Esculturas de madera y metal que contienen en sí mismas e vertiginoso movimiento de los bólidos que representan, es en lo que se ha enfocado el escultor estadounidense Dennis Hoyt.
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Y sí esencialmente el trabajo de Hoyt recrea la ilusión de la velocidad dentro de sus esculturas que han reproducido desde un Mercedes- Benz W196 hasta un Silver Arrow de Gilles Villeneuve Ferrari 126.
Su vocación se reveló en 1984 después de labrar un homenaje de madera para el Porsche 911 para que durante 1988 se convirtiera en la primera persona elegida por unanimidad durante un evento de la Sociedad Automotriz de Bellas Artes.