Internacional.- Un comercio madrileño que vende instrumentos musicales generó, a partir de la publicación de un cartel de una niña, una imagen positiva que, tarde o temprano, le reportará más rédito que la publicidad tradicional.

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En busca de una flauta de segunda mano para seguir aprendiendo música, Eva, una niña madrileña de 11 años, escribió una carta y la llevó a una casa que vende instrumentos musicales para colgarla en un cartel y que la gente la viera. El comercio (muy inteligente) subió el texto a Facebook. A partir de allí, su historia se viralizó y lo que parecía ser un desencanto más en medio de la crisis de empleo en España, se transformó en una luz de esperanza.

Desde el punto de vista del marketing, deja una lección importante para quienes administren páginas o perfiles de grandes empresas o pequeños comercios: los beneficios de imagen (positiva, por cierto) que logró la casa que vende instrumentos musicales es extraordinaria si se considera el costo/beneficio.

La historia fue publicada por Verne, del diario El País. “Eva tiene 11 años y le gustaría seguir estudiando música, como hizo el pasado curso en la Escuela de Música de Rivas. El único problema es monetario: hacerse con su propia flauta travesera supone entre 300 y 500 euros”, publicó el medio español.

Fue por eso que la pequeña “se acercó con sus padres a una tienda de música de su localidad y colgó un cartel buscando una flauta de segunda mano”, agregó.

El resto se puede adivinar fácilmente. Viralización extrema, miles y miles de compartidos, infinitos “Me Gusta” y una flauta traversa que no tardó en aparecer.