El fabricante líder en el negocio de los cigarros electrónicos, Juul Labs, presentó quejas de infracción de patentes en los Estados Unidos y en Europa contra sus rivales en ambos mercados.
Juul, que controla gran parte del mercado de cigarrillos electrónicos de los Estados Unidos, presentó la denuncia ante la Comisión de Comercio Internacional. En la queja menciona a 18 marcas (la mayoría de los Estados Unidos y China), acusándolas de fabricar y vender productos basados en su tecnología patentada.
La denuncia le pide al organismo que impida la importación de los productos a los Estados Unidos y su venta.
La marca Juul está en el centro del debate en los Estados Unidos porque muchos consideran que es la causante de una nueva adicción a la nicotina entre los jóvenes.
Juul es una empresa emergente con sede en Silicon Valley. Ganó prominencia en tan solo unos años gracias al alto contenido de nicotina en sus productos y al elegante diseño de su dispositivo, del tamaño de una unidad de memoria flash.
Su crecimiento vertiginoso y su popularidad en las escuelas secundarias de todo el país atrajo la atención de los funcionarios gubernamentales y de los entes reguladores.
De hecho, esta misma semana, hubo una incautación por parte de un organismo de control de salud del país de Donald Trump de más de 1.000 páginas de documentos de Juul Labs sobre sus prácticas de comercialización y venta.
En el negocio de los cigarros electrónicos compiten otras marcas, como la tabacalera British American Tobacco, Imperial Brands y Altria (Philip Morris). Todas en un mercado que se está consolidando.
Philip Morris tiene cuatro productos “alternativos” a sus cigarros tradicionales: dos calientan en lugar de quemar el tabaco, incluido el IQOS, y otros dos funcionan a vapor electrónico y no contienen tabaco.