La inteligencia artificial está más presente en la vida del consumidor de lo que se piensa. No sólo chats o bots, en realidad se trata de optimización constante en cosas tan cotidianas como un aparato auditivo hasta la producción de automóviles. La inteligencia artificial (IA) se ha insertado en la vida del consumidor con el objetivo de hacer más eficiente el trabajo diario, el trayecto a la oficina o la recomendación de productos en el checkout de amazon.

Esto implica que los empleos en su gran mayoría han sido afectados de una u otra forma por esta tecnología. Un trafficker de publicidad establece presupuestos, perfil de audiencia y selección de medios; no obstante, los resultados de la pauta están siendo optimizados por un motor de IA en Google. La pregunta obligada es cuánto del proceso está en manos de un software y cuánto en el talento del trabajador.

Desventaja en el mercado laboral para aquellos que no aprovechen la IA

La optimización omnipresente de la IA implica necesariamente que las personas que no aprovechen estas herramientas estarán en desventaja en el mercado laboral. Esto sucede desde la construcción del perfil de LinkedIn hasta el retoque de la imagen en una videoconferencia en Zoom. Para el empleado del futuro la especialización es el camino más riesgoso si se busca estabilidad laboral, lo mismo es cierto para las empresas. Las rutas basadas en un sólo producto o servicio tienen más riesgo de ser optimizadas por la inteligencia artificial, en especial si se trata de empresas de servicios.

Pensemos en un controlador aéreo, los expertos en la industria de la aviación están de acuerdo en que el IA ha logrado importantes avances en la recopilación y análisis de datos, monitoreo de los pilotos y predicción de problemas de mantenimiento. Esta es una de las profesiones con mayor nivel de estrés y complejidad, aun así los modelos de IA han comenzado a filtrarse en las actividades diarias.

La protección que tienen las empresas frente a la IA es la diversificación de servicios y a tener equipos multidisciplinarios. La especialización laboral alimenta el crecimiento de la IA. Otro ejemplo son los programadores de plugins de WordPress, su trabajo está limitado a un campo muy específico de acción, no sorprende que un programa como ChatGPT pueda competir, por el momento, con la creación de programas simples. En el futuro serán más complejos. En contraste, si el programadores fueran capaces de escribir el programa y optimizar la cadena de suministro sería poco probable que sean reemplazados.

En marketing sucede algo similar, una agencia que sólo hace copy para redes sociales puede ser reemplazada fácilmente por la IA. Pero, si la agencia coadyuva en la planeación estratégica y desarrollo de producto estará bien posicionada frente al cliente.

Esto se puede extender a abogados, diseñadores y mercadólogos, tener una visión multidisciplinaria permitirá que el uso de IA ayude a tener más eficiencia, productividad y alcance como empleado o empresa.

La IA y los sistemas avanzados de cómputo solo cambiarán el futuro si apoyan la resiliencia de las empresas y liberan recursos para su expansión.

Las empresas deben correr a implementar IA para ser más eficientes pero con el objetivo de ampliar su alcance. Por ejemplo, el uso de IA artificial en el espacio legal ha permitido que los abogados pasen menos tiempo investigando antecedentes o jurisprudencia y más tiempo en atención y prospección de clientes nuevos. Para empresas como Tesla la IA ha permitido que ofrezca un producto diferenciado que va más allá de la motorización eléctrica. Por ejemplo, se estima que el mercado de estaciones de carga de vehículos eléctricos alcance un valor de más de 27 mil millones de dólares para 2027. Sin mencionar el tamaño del negocio, el uso de IA para procesar los comentarios y evaluaciones de estaciones de carga puede tener un impacto en la preferencia hacia vehículos eléctricos. Este estudio podría ayudar a las compañías de vehículos eléctricos a alcanzar mejor a las zonas subatendidas y crear un servicio competitivo con las estaciones de gas tradicionales. 

La inteligencia artificial y sistemas avanzados de cómputo sólo cambiará el futuro en la medida en que soporte la resiliencia de las empresas. Es decir, a través del uso de IA liberar recursos que se podrían invertir en la expansión de las empresas.