Los influencers de las redes sociales están cada vez más obsesionados con ganar más seguidores a toda costa, sin importar las consecuencias. Esta obsesión, en algún momento, se transforma en un boomerang para su estrategia de marketing, resultando en efectos dañinos.
Motivados por el deseo de aumentar su número de seguidores, en el proceso, a menudo recurren a medidas desesperadas, como comprar seguidores, usar bots para generar interacciones falsas o pagar por publicaciones patrocinadas. Sin embargo, estas tácticas suelen ser ineficaces e incluso pueden tener un impacto negativo en su estrategia de mercadotecnia.
En primer lugar, comprar seguidores es una táctica extremadamente arriesgada, ya que puede ser detectada fácilmente por los seguidores o incluso por la propia plataforma.
El uso de bots para generar interacciones falsas, en tanto, puede ser igualmente dañino, ya que suele conducir a la falta de participación genuina y dificultar que las personas influyentes construyan una relación auténtica con sus seguidores.
En cuanto a las publicaciones patrocinadas, cada vez más influencers están tan desesperados por ganar más seguidores que aceptan cualquier anuncio, independientemente de la marca o el producto.
Esto puede llevar a que el influencer se asocie con productos o servicios cuestionables, e incluso puede provocar que los seguidores pierdan la confianza y dejen de seguirlo.
Influencer que se hizo viral por tatuarse “Messi” en la frente engañó a todos
Un ejemplo de lo que no hay que hacer en marketing digital es lo que hizo Mike Jambs, el influencer que supuestamente se había tatuado la palabra “MESSI” en su frente cuando Argentina obtuvo el Mundial de Qatar.
Este martes 10 de enero, Jambs reveló que el tatuaje nunca existió y que subió la mentira a Instagram como parte de un “experimento social”.
“Quedó evidenciado el daño que se le puede ocasionar a alguien por ser y pensar diferente”, dijo en sus redes al revelar la verdad.
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Su caso se había hecho viral rápidamente, sobre todo porque en esos días miles de personas, especialmente en Argentina, estaban cumpliendo promesas relacionadas con la obtención de la Copa del Mundo y muchas tenían relación con tatuajes.
Además de la palabra “Messi”, el influencer supuestamente se había tatuado tres estrellas en una de sus mejillas por cada uno de los mundiales que ganó Argentina y “D10S” en la otra.
Cuando lo criticaron, dijo: “No estoy lastimando a nadie, no estoy haciendo nada ilegal”.
En una publicación posterior, y siguiendo con la mentira, dijo: “Lamento haberme hecho el tatuaje porque en lugar de traerme cosas positivas, me ha traído muchas cosas negativas, tanto personalmente como para mi familia”. “No pensé que diría esto tan pronto y me sentí muy orgulloso de lo que había hecho en los primeros días, pero ahora desearía no haberlo hecho”, agregó.
Ahora, una vez conocida la verdad, el influencer contó: “Yo me hice el tatuaje en un primer momento para grabar el video y ya. Pero al ver que se estaba viralizando, lo que hice fue que cuando me hacían entrevistas en medios internacionales yo tenía el molde y le pedía a un amigo que me lo pintara”, agregó.
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