La situación no ha sido sencilla para nadie; no obstante, como en cualquier coyuntura, siempre hay algunos jugadores que lo padecen más que otros. En esta última categoría entra el fast fashion en donde marcas como H&M han entendido que las condiciones del mercado demandan un cambio importante en la manera en la que se genera el negocio dentro de este sector.
La pandemia, no hizo más que acelerar este proceso que desde la ahora llamada era post-coronavirus ya era visible.
Los antecedentes
A principios del julio del año pasado, Pascal Brun,responsable global de sostenibilidad de H&M, en el marco de la segunda jornada del Fashion Ideas Forum destacó que “el fast fashion no es sostenible, por eso tenemos que cambiar”.
En este punto, el representante de H&M puntualizó que “la única forma en la que el fast fashion puede ser sostenible es siendo circular. Todavía no estamos ahí, pero tenemos que poner todos nuestros esfuerzos en eso”.
Estas declaraciones llegaron en un momento histórico para la firma de moda, misma que en aquel momento reportó pérdidas importantes e históricas.
El que es considerado el segundo grupo de moda más grande en el mundo, sólo por detrás de Inditex, contabilizó pérdidas (antes de impuestos) por 695 millones de dólares entre marzo y mayo de 2020, frente a un beneficio de de 5 mil 900 millones de dólares un año antes.
Esta tendencia a la baja se agudizó en medio de la pandemia, con pérdidas nuevas registradas durante los últimos meses.
De manera puntual, las cifras de H&M indican que durante el año fiscal 2020, con corte a noviembre del año pasado, las ventas de la marca en Colombia crecieron un 8 por ciento en moneda local.
Del otro lado de la moneda, el gigante del fast fashion reveló que en México (su principal mercado por número de tiendas en la región) sufrió un desplome en ventas de 22 por ciento, al tiempo que en Chile y Perú registraron contracciones de 37 por ciento cada uno en moneda local.
Las cosas no parecen mejorar y además parecen ser una constante en el resto del mundo. El reporte financiero de la empresa correspondiente al primer trimestre indica que la cadena textil perdió mil 070 millones de coronas suecas (122 millones de dólares) entre diciembre de 2020 y febrero de 2021, periodo que corresponde al primer trimestre fiscal para la multinacional. Esta cifra se contamine a un beneficio neto de mil 928 millones de coronas (220 millones de dólares) alcanzados en el mismo periodo del año anterior.
Esto es resultado del cierre temporal de muchas de sus tiendas, que aun en estos momentos se mantiene en ciertos mercados.
Nuevo programa de alquiler
Ante estas cifras que han mostrado la debilidad del modelo de negocio actual sobre el cual se rige el mundo de la “moda rápida”, las firmas del sector han comenzado a experimentar nuevas formas para generar negocio.
En este sentido, llama la atención que H&M se ha sumado a la cultura del alquiler con el lanzamiento de un servicio que permite a los usuarios disponer de un traje de hombre de forma gratuita durante 24 horas.
Este servicio se lanzó en Reino Unido durante la semana pasada y se espera que sea el próximo 13 de mayo cuando aterrice en Estados Unidos.
Estos trajes están disponibles en todas las tallas y deberán de ser entregados por los clientes una vez que el tiempo haya expirado, a una empresa de limpieza en seco con la que está asociada la marca del gigante textil.
Adicional, los usuarios no tendrán que pagar por daños menores como manchas o rasgaduras, aunque si tendrán que pagar por el caso de daños mayores.
A decir de H&M, el objetivo es contribuir a que cualquier persona pueda causar una buena impresión en una entrevista de trabajo.
“Un traje no es un atuendo. Es confianza. Una señal para el mundo y un recordatorio para ti mismo de que tienes lo que se necesita”, se lee desde la web de la compañía en la que da promoción al nuevo servicio, en donde además se ofrecen una serie de consejos sobre cómo llevar con éxito una buena entrevista de trabajo.
Este servicio que es gratuito es parte de los planes de H&M para ser más sostenible, con lo que el grupo espera que para el año 2030 el cien por ciento de sus materiales sean replicados o procedentes de fuentes sostenibles.
No obstante, su nuevo alquiler también puede funcionar como una prueba piloto para el posible lanzamiento a futuro de un sistema de alquiler ante la baja en sus ventas y la necesidad por entender a un consumidor mucho más rápido en sus compras.