En México 9 de cada 10 empresas son propiedad y están dirigidas por la familia fundadora. El DENUE Interactivo de mayo de 2022 proporciona los datos de cinco millones 528 mil 698 negocios, entre los que predominan los del sector terciario, es decir, los que realizan actividades de comercio y servicios y la mayoría de ellos son MiPymes. Miles de negocios luchan día a día para lograr pasar de generación en generación. El fundador apasionado y autocrático vive, literalmente, por y para su negocio. La diferencia de opiniones entre generaciones es el mayor reto para vencer y lograr que la empresa logre el relevo generacional. Cada vez son más los casos en los que la generación centennial o millenial se niegan a trabajar en la empresa de los padres.
De acuerdo con la “Encuesta de Empresas Familiares 2021” de PwC, 9 de cada 10 empresas son propiedad familiar y el reto que sortean este tipo de organizaciones es lograr que la sucesión supere a la tercera generación. Actualmente, 45% de las empresas familiares pertenece a la segunda generación; sin embargo, se prevé que en un quinquenio alcance el 48%. Según el Ipade y el Centro de Investigación para Familias de Empresarios, del 65 al 80% de las empresas del mundo son familiares, 33% de las empresas familiares en México sobrevive el paso a la 2ª generación, 15% constituye la minoría que opera hasta la 3ª generación.
La manera en que son administradas dichas empresas reflejan mucho de su cultura El Instituto Mexicano de Mejores Prácticas Corporativas (IMMPC) y su presidente CP. Ángel Contreras presentaron su “Estudio sobre Gobierno Corporativo 2022” donde concluyen respecto a 500 empresas encuestadas, que el 75% están controladas por la familia, el 52% es administrada por un administrador único y al preguntar las principales razones para no integrar un gobierno corporativo, las principales fueron, por desconocimiento del modelo (la mayor con 29.52%), falta de profesionalización, no lo consideran necesario, no quieren invertir -el dinero, el tiempo y las consecuencias- del proceso, el miedo y la resistencia al cambio y por último el tamaño de la compañía. Lo cierto es que la rendición de cuentas es una forma de pensar, una decisión, no un tema de dinero o de tamaño. Decía mi sensei Roberto Quintero en el Diplomado Internacional de Franquicias del ILAF que no necesitas tener 500 colaboradores y millones en facturación, puedes ser una empresa muy pequeña e iniciar a tener orden en los números e implementar indicadores y rendir cuentas. Invita a un amigo, a un maestro, a tu mama, una vez a la semana o mínimo una vez al mes y preséntales los resultados de tu gestión al frente de tu empresa; si no quien te va a decir objetivamente si lo estas haciendo bien. ¿Estás dispuesto a correrte por no ser el mejor director general para tu empresa? Que no seas el director no quiere decir que dejaras de ser el dueño, pero si quiere decir que alguien mas puede hacer ese trabajo mejor que tu, mientras tu te dedicas a algo que te haga más feliz.
El relevo generacional
En México, solo en una de cada 3 empresas familiares encuestadas (35%) trabajan miembros de la próxima generación. En contraste, 6 de cada 10 participantes señaló que ningún familiar de las nuevas generaciones trabaja en su empresa, menciona el estudio de pwc. Por otro lado, Café Martínez es una cadena argentina de café, fundada en 1933, una empresa de tercera generación que actualmente cuenta con más de 170 sucursales, presencia en Uruguay, Paraguay, España, Estados Unidos y Bolivia, más de 2500 empleados y en constante crecimiento a través del formato de franquicia, cuenta con una estructura institucionalizada donde los 5 hermanos son propietarios, pero el día a día de la empresa se encuentra a cargo de un gobierno corporativo y un equipo directivo.
Cuando decides franquiciar tu negocio involucras no solamente a tu familia y tu patrimonio en esta importante decisión, también involucras socios franquiciatarios quienes depositan en ti su dinero y sus esperanzas, por lo tanto, sería irresponsable no institucionalizar la empresa y no contar con un gobierno corporativo y un fuerte equipo directivo para la correcta toma de decisiones presentes y futuras en beneficio de la marca. El proceso de franquiciamiento debería iniciar por la institucionalización de la empresa, la implementación de los protocolos de sucesión y la definición de la propiedad de la marca. Como inversionista, involucrarse con una marca en donde solamente el fundador tome las decisiones respecto del rumbo, el crecimiento y el futuro de la marca, y no se cuente con un plan de sucesión que nos garantice que nuestra inversión y la marca seguirá más allá del fundador, la consideraría una inversión de alto riesgo.
Recientemente el portal Restaurant Drive publicó un artículo donde menciona que un franquiciatario (persona o moral que adquiere los derechos de la marca) de Popeyes Louisiana Kitchen (una de las franquicias más importantes de los estados unidos con casi 4000 unidades al cierre de 2021 y operada en su mayoría por socios franquiciatarios) con ventas de 30 mdd durante 2021 se fuera a la bancarrota después de que el fundador -quien se desempeñaba como fundador, ceo y director general- muriera, desencadenando una gran inestabilidad operativa. La compañía reportó ventas de 26 mdd y pérdidas operativas netas de 6,8 mdd en 2022. A partir de marzo de 2023, la compañía tiene alrededor de 10 mdd en activos y alrededor de 20 mdd en pasivos.
¿Alguna vez durante el tiempo que has estado al frente de tu negocio te has preguntado cuando sería el tiempo de vender? Otra vez un tema cultural. Cuando me ha tocado revisar algún plan de negocios en estados unidos, en la mayoría de los casos se plantea el nacimiento, crecimiento, franquiciamiento, salida a bolsa y venta de la empresa, siempre apoyado con un equipo de expertos en donde el propietario se ve a sí mismo como un tomador de decisiones y no participa en la operación diaria de la empresa. Una vez vendida la compañía se ven iniciando un nuevo negocio y/o retirándose a jugar golf, escribiendo, enseñando y pasando el mayor tiempo con la familia. El plan de vida de otras culturas es muy diferente al latino, quien inicia el negocio (en la mayoría autoempleo) con su nombre en la cajita de director general del organigrama y tomando sobre sus hombros todas las responsabilidades de la operación diaria y dedicándole la vida entera para lograr ser el salvador a quien todos deben rendir y/o culpar por el éxito o fracaso del mismo; la venta de la empresa jamás esta en su plan -en caso de que exista alguno- y por supuesto nadie puede ocupar ese puesto por que existe el pensamiento de que nadie lo puede o lo debe hacer mejor que el fundador, por que “para eso puso el negocio”. En este caso estamos hablando de negocio mas no de empresa.
Aquí 3 poderosas claves que te sugiero auto evaluar:
1. Porque sigo siendo el rey. La primera decisión para que tu marca trascienda, es darse el tiempo para estudiar y conocer diferentes modelos de gestión y entender que mientras tu quieras controlar todas y casa una de las cosas que pasan en tu negocio, no permitirás que funcione sin ti y no lograras contar con un equipo de trabajo fuerte y autónomo. ¿Ya tienes todo planeado para la eventualidad de una sucesión anticipada? Deja de ser el rey y vuélvete un propietario tomador de decisiones permitiéndote salir de atrás de la caja.
2. Preparando a los herederos de las glorias. La mayoría de los empresarios quisieran que sus hijos hereden la empresa cuando ellos falten y tuvieran la camiseta puesta y listos para la tarea, sin embargo están tan metidos en la empresa que no preparan a sus hijos para que desde pequeños vayan a trabajar al negocio, para que amen a la marca, estudien y se preparen para ser los próximos directores; el resultado es que cuando tu faltas tu hijo con carrera trunca de plastilina y que vive en el extranjero, no tiene las tablas para la gran tarea que es defender el patrimonio de tantos años y substituir la gran presencia de sus padres fundadores.
3. Definir las camisetas. En el Ipade aprendí que hay 3 dimensiones de la empresa familiar: La propiedad, la empresa y la familia. Es importante que decidas quien tiene la propiedad (accionista), los procesos de integración y sucesión; quien se encargara de la administración y operación diaria de la empresa; y el papel que juega la familia directa, ¿puede o no trabajar en la empresa por el solo hecho de ser familiar?
Lograr el equilibrio entre la familia, el trabajo, tus gustos y logros personales, es un tema de cómo hemos sido educados y las prioridades que las diferentes generaciones tienen sobre el negocio familiar y sobre la prioridad que le damos a cada uno de estos temas. En mi programa la Fórmula del Líder, cuando pregunto a los empresarios: ¡si pudieran regresar en el tiempo y tuvieran la oportunidad de decirle algo, darle algún consejo a su YO de 18 años, cual sería? El 70% de los entrevistados han contestado que el consejo que se darían a sí mismos es “no te lo tomes tan en serio, trabaja menos y disfruta mas de la vida y de lo que te gusta, porque la vida pasa demasiado rápido”.
Y tú ¿Cuándo iniciarás el proceso de institucionalización y/o venta de tu empresa para dedicarte a las cosas importantes de la vida como tu familia o tus gustos personales, y lograr que tu marca permanezca sin ti? Y por favor no firmes ningún contrato de franquicia si no cuentas con una empresa institucionalizada, con gobierno corporativo y rendición de cuentas. Tu familia, tu marca, tus empleados, tus accionistas, tus proveedores y tus franquiciatarios te lo agradecerán.
Haber construido una empresa productiva, ponerla en manos de un equipo capaz y confiable me da tiempo para mí, la empresa no se mi vida y yo no soy de ella. Seguirá después de mi por quién quiera y pueda hacerlo.
