Para la contienda electoral del próximo año en la que estará en disputa la presidencia de México, existen actualmente más de 30 candidatos registrados ante el Instituto Nacional Electoral (INE) de forma independiente, es decir que serán respaldados por la ciudadanía y no por un partido político.

Dentro de la gama de personajes que aspiran a la silla presidencial de forma autónoma existen desde aquellos que renunciaron a la filiación política, empresarios, e incluso quienes ya demostraron que la vía independiente tiene éxito, como el caso de Jaime Rodríguez “El Bronco” actual gobernador de Nuevo León.

Para que los aspirantes autónomos logren competir en las elecciones de julio del año entrante, deberán obtener 866 mil 593 firmas ciudadanas, de por lo menos 17 estados de la República mexicana, cifra que representa el uno por ciento del padrón electoral del país.

Según el INE, las rubricas deberán ser presentadas antes del 6 de febrero de 2018; de acuerdo con diversos reportes de prensa, en el segundo mes del año en curso, en el padrón electoral se contaba con 84 millones 744 mil 212 ciudadanos.

De igual forma, en los informes de medios se encuentra la lista de las personas que tienen la intensión de lograr la candidatura independiente, a la que se especula también accederá la exprimera dama del país, Margarita Zavala, quien recientemente abandonó las filas del Partido Acción Nacional (PAN).

En 2015 se manifestó el hartazgo de la población hacia los partidos políticos, sus integrantes, sus discursos y sus estructuras, con la llegada de Jaime Rodríguez a la gubernatura de uno de los estados más importantes del país (Nuevo León), así como de otros personajes que no son políticos pero que sí tuvieron apoyo de un partido para asumir cargos de elección popular.

Debido a la lectura de los institutos políticos se interpretó el cambio en la figura de los personajes que representarán a la población, además del discurso y los métodos para hacer llegar sus mensajes (marketing político). Incluso la tendencia se observa en el plano internacional, la victoria de Donald Trump en Estados Unidos es prueba de ello.

Sin embargo, el abuso de la fórmula pudiera generar un efecto contrario al esperado por los políticos que han renunciado a sus filiaciones en la búsqueda de conectar con las audiencias de una manera más directa y natural.

No obstante, en este territorio, la preparación así como el planteo de argumentos debe estar dominado y pensado hasta el último detalle, ya que será evidente quien en verdad tiene las facultades para competir en un proceso electoral que será más seguido por parte del electorado, aunado a que a menos de un año de la contienda, aun no se perfila un personaje que lidere las preferencias y que incluso sea proyectado como un rival a vencer.