• México y EEUU han tenido, similar a la dinámica en China, una relación bastante tormentosa durante la administración de Donald Trump

• Sin embargo, luego que la administración de AMLO aceptara reforzar su política migratoria, la presión del ex-magnate ha sido mucho menor

• Algunos analistas, empero, creen que la relación podría ser mucho más tensa en los próximos años por la política preferencial a Pemex y CFE

Hoy es un buen día para Joe Biden. De acuerdo con Reuters, las autoridades de China acaban de reconocer su triunfo en el proceso democrático de los Estados Unidos (EEUU) este tres de noviembre. La noticia se da en un contexto en que el actual presidente de la Unión Americana, Donald Trump, todavía no reconoce la derrota. También cabe destacar que el ex-magnate fue el responsable de escalar el conflicto comercial con Pekín con varias prohibiciones y tarifas.

Este reconocimiento fue dado específicamente por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China. Durante la reunión informativa diaria, Wang Wenbin, portavoz de la institución, extendió sus felicitaciones al presidente-electo. También afirmó que el país asiático respeta “la elección del pueblo americano”. Junto con su reconocimiento a Joe Biden, también reconoció a Kamala Harris, la compañera de fórmula del ex-vicepresidente y que ocupará con él la Casa Blanca.

Parece que la decisión de China de reconocer a Biden responde a los resultados que se dieron a conocer ayer. De acuerdo con CNN, oficialmente el candidato demócrata ganó la elección en Arizon, concediéndole 11 votos electorales más para un total de 290. Es decir, 20 más de los que necesitaría para ser elegido como presidente de EEUU. Cabe destacar que esta sería solo la segunda vez en más de siete décadas que un político de izquierda se corona en la entidad.

Ya está China, faltan Rusia, Brasil y México

Cabe destacar que las autoridades de Pekín no eran las únicas que se estaban reservando a dar su reconocimiento oficial al presidente-electo Joe Biden. De acuerdo con Telám, también México, Rusia y Brasil se estaban reservando sus felicitaciones. Al contrario de China, estos tres todavía no parecen estar dispuestos a reconocer el triunfo del candidato demócrata. En todos los casos, han dicho que están a la espera que se resuelvan las acusaciones de fraude.

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Si bien la reticencia de Rusia y Brasil, por su relevancia económica y geopolítica, también tiene peso; en México la que más importa es la del Gobierno federal. De acuerdo con Expansión, la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no ha querido pronunciarse no por tratar de contrariar al próximo presidente de EEUU. Por el contrario, parece ser una estrategia para no erosionar la relación con Donald Trump, en caso que pueda ser nombrado ganador.

De hecho, el mismo AMLO ha reaccionado intensamente ante la presión de reconocer a Biden como presidente-electo. Varios expertos han sopesado la posibilidad que esta reticencia sea culpable de una relación tensa con el próximo gobierno de EEUU. Al respecto, según Infobae, el Ejecutivo federal señaló que México “no es el pelele de ningún gobierno extranjero”. En ese sentido, reafirmó que no se hará un reconocimiento hasta que no sea declarado oficialmente.

La relación entre México y EEUU

Contrario al caso de China, se podría decir que la relación entre el gobierno de Trump y el de AMLO ha sido más o menos amistoso. Muchos analistas creen que el presidente de México podría haber sido crucial en el favoritismo de ciertas partes de la comunidad latina en EEUU hacia el republicano. En parte, porque la imagen de López Obrador fue utilizada extensamente en la campaña de reelección del ex-magnate, sin que el tabasqueño pusiera algún pero.

Y cabe destacar también que, así como China, Rusia y Brasil, solo hasta ahora México se ha rehusado a opinar públicamente sobre un hecho claro en la política de EEUU. Por ejemplo, en cuanto se confirmó que el presidente Trump había contraído COVID-19, AMLO se apresuró a mandar un mensaje de pronta recuperación. Cierto, no es lo mismo que reconocer el triunfo en la elección popular para el cargo más importante del país, pero sí puede servir para contrastar.