Las marcas se encuentran vulnerables en todo momento a los contextos económicos y sociales, por lo que muchas de ellas apuestan al diseño de protocolos, que les permitan reaccionar ante eventualidades donde es determinante la imagen que logran mostrar, la conversación que mantienen con los consumidores y la experiencia que ofrecen a través de sus productos.
Un fenómeno muy interesante que se plantea en este tipo de escenarios es la crisis de marca, un espinoso capítulo que los mercadólogos tienen escrito en sus libros y que los ha llevado a generar toda una cultura, en que ahora las marcas se adelantan a las tendencias del mercado para estar preparadas ante diversos contextos y en caso de surgir una eventualidad, tener un patrón de reacción que haga frente al mismo.
Parte de esta nueva cultura organizacional que ha llevado a adaptar a los mercadólogos a nuevas tendencias como las que impone el mundo digital, es la generación de cargos como el de RP2.0, uno donde ahora resulta fundamental encontrar para el manejo de la comunicación dentro de redes sociales, pero enfocado en todo momento en la imagen de la marca y en la percepción que esta logra en su interacción con medios y usuarios.
La clave en superar estos desafíos siempre se ha basado en la transparencia y en el reconocimiento de los errores o en el mantenimiento de las estrategias que tuvieron éxito, por lo que una marca nunca deja de explorar beneficios, oportunidades y lecciones aprendidas cuando su imagen, así como sus operaciones se ven comprometidas.
Este ha sido el caso de Ford, una automotriz con un valor de marca de 13 mil 70 millones de dólares en 2017, esto de acuerdo a estimados proyectados por Millward Brown.
Ford ha tenido que indemnizar al estado de San Luis Potosí con 65 millones de dólares, tras anunicar la cancelación de la planta Parque WTC II.
Información trascendida por Milenio advierte que la negociación se llevó a cabo entre el gobierno del estado con representantes de la automotriz, detallando que la indemnización servirá para saldar gastos locales.
Esto ha ocurrido, recordemos, luego de que la compañía estadounidense anunció la cancelación de la planta en México, en respuesta a declaraciones lanzadas por Donald Trump, quien advirtió de sanciones fiscales contra las automotrices que continuarán con sus inversiones en el extranjero, aludiendo a las automotoras con proyectos en México, hecho que llevó a Ford a desistir de continuar con la construcción de su planta y demostrando la necesidad de contar con acciones que permitan a la marca hacer frente a incidentes dentro de contextos sociales y económicos.