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Las pequeñas empresas y las empresas ambiciosas están en el corazón de cada industria. No solo contribuyen inmensamente a los ingresos generales de un país, sino que también tienen un efecto beneficioso sobre los propios trabajadores.
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Según las estadísticas de empresarios del Modelo de Emprendimiento Global de 2018/2019, más de la mitad de ellos siente que comenzar su propio negocio es un buen paso en su carrera.
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Pero en el caso de México el financiamiento se ubica como la principal barrera para NO hacerlo (41 por ciento). La falta de interés (19 por ciento) y la condición de la economía (19 por ciento) se ubican muy atrás empatados en el segundo lugar.
En la década de los ochenta el crecimiento económico estaba basado en el desarrollo de grandes empresas; no obstante, en la última década la tasa de creación de pequeñas y medianas empresas ha ido creciendo hasta convertirse en uno de los principales motores de la economía mundial, destacándose las empresas nacientes o el emprendimiento como indicador de desarrollo económico y social.
De hecho, 15 millones de estadounidenses trabajan por cuenta propia a tiempo completo. Estas estadísticas empresariales de FreshBooks subrayan un cambio significativo hacia el trabajo independiente. Según un estudio separado de QuickBooks de Intuit, el 28 por ciento de los trabajadores estadounidenses tenían algún tipo de trabajo por cuenta propia en 2019 y uno de cada cinco trabajadores planea un cambio completo de carrera una vez que se inician en el mundo empresarial.
Además, parece haber una comprensión cada vez mayor de los beneficios del espíritu empresarial entre las personas en todo el mundo. Según las estadísticas de empresarios del Modelo de Emprendimiento Global de 2018/2019, más de la mitad de ellos siente que comenzar su propio negocio es un buen paso en su carrera. También puede haber algunos conceptos erróneos porque un asombroso 40 por ciento de los encuestados piensa que es fácil iniciar un negocio y el 49 por ciento cree que tiene lo que se necesita para hacerlo.
El estudio más reciente de Ipsos, “Emprendimiento Global”, demuestra que la actividad emprendedora está viva y en buena forma, si bien en algunos países aún le falta desarrollo. En general, casi tres de cada diez ciudadanos del mundo, dicen que han iniciado un negocio en algún momento, mientras que un 29 por ciento espera hacerlo en un futuro cercano.La actividad empresarial y las aspiraciones varían mucho según el país.
Por ejemplo: Perú (54 por ciento), México (53 por ciento) y Arabia Saudita (53 por ciento) tienen la mayor proporción de personas que dicen haber iniciado un negocio en el pasado, mientras que Francia, Bélgica, y Japón tienen las tasas más bajas de emprendedurismo.Arabia Saudita, Colombia y México, tienen el mayor porcentaje de adultos que dicen que es probable que inicien un negocio en el futuro, más de la mitad de los encuestados. Mientras que Bélgica (13 por ciento), los Países Bajos (11 por ciento) y Japón (8 por ciento) tienen las tasas más bajas de personas que planean iniciar un negocio.
Cuando se preguntó cuánto contribuyen la inflación, las tasas de interés y el apoyo del gobierno al éxito de los nuevos emprendimientos comerciales, el apoyo del gobierno ocupa el primer lugar general (56 por ciento), las tasas de interés en segundo lugar (50 por ciento) y la inflación en tercer lugar (40 por ciento). Pero solo cerca de un tercio (30 por ciento) del total de los encuestados dice que el gobierno está haciendo un buen trabajo fomentando el espíritu empresarial en sus países.
¿Cuáles son las principales barreras para iniciar un negocio?
El financiamiento se ubica como la principal barrera (41 por ciento). La falta de interés (19 por ciento) y la condición de la economía (19 por ciento) se ubican muy atrás empatados en el segundo lugar, mientras que la falta de conocimiento (17 por ciento) le sigue de cerca.
Las barreras para iniciar un negocio varían ampliamente según el país, México se encuentra en el top 3 de los países que opinaron que la barrera principal es el financiamiento, más de la mitad de los encuestados estuvieron de acuerdo.
Como vemos, con los estímulos necesarios el espíritu empresarial tiene un efecto positivo en la economía nacional, ya que más de la mitad de los nuevos empleos netos provinieron de estas pequeñas empresas. Pero en el caso de México, aún falta mucho camino por recorrer.
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