- En Europa hay una tendencia creciente por preservar la privacidad en el mundo digital.
- Las acciones antimonopolio dictadas para redes sociales y la persecución por el mal uso de los datos personales se ha vuelto el ‘pan de cada día para redes sociales y marcas’
- Pese a que en América la tendencia es también creciente, poco se ha avanzado en estos temas, pero la puerta está abierta con los antecedentes en el viejo continente.
Cambia el consumidor, cambian las marcas y empresas y también cambian las formas en que se ejecutan las acciones publicitarias, primero porque se vive un proceso de adaptación ante el nuevo perfil de los clientes potenciales y segundo porque las leyes son cada vez más restrictivas, el último movimiento que se ha producido en Europa en términos de publicidad y quién hace qué viene de un grupo de start-ups de internet especializadas en privacidad. El grupo ha remitido una petición a la Unión Europea para que prohíba lo que ellos llaman “publicidad basada en la vigilancia”. Es decir, quieren que en Europa dejen de ser legales los anuncios online que se basan en el seguimiento de los internautas y de sus patrones de comportamiento, lo que de este lado del charco se conocen como Cookies ¿se avecinan cambios parecidos en América?
Los firmantes quieren que la UE incluya en la Ley de Servicios Digitales, que se está preparando ahora mismo y que funcionará como guía de lo que las empresas pueden o no hacer en internet, una limitación publicitaria. La carta pide se paren las que considera prácticas hostiles a la privacidad relacionadas con la publicidad basada en la vigilancia”.
Detrás de la carta están 14 compañías y su objetivo claro son los gigantes de la red. Prohibir este tipo de anuncios golpearía de forma dura a Google y a Facebook. Estas compañías, como la emergente Amazon, han ido acumulando grandes cantidades de datos sobre los consumidores y los usan para segmentar qué anuncios ofrecen a cada uno de ellos.
La publicidad ‘que vigila’ podría estar por llegar a su fin
A los organismos reguladores de mercado de la UE les preocupa que la posición de los gigantes de la red sea tan poderosa que hayan dejado a los demás players sin margen de maniobra para intentar encontrar su lugar. Al fin y al cabo, estos grandes players son quienes tienen la tecnología propietaria que gestiona la publicidad online, pero también un acceso a datos inigualable. Su posición de dominio en otras áreas hace que puedan acceder a los consumidores de una manera difícil de alcanzar.
Que ocurra algo parecido en América, es complicado, toda vez que una de las empresas de mayo relevancia y proyección a nivel mundial, tiene problemas para legislarse, recién en junio Google reconoció que necesita más tiempo para eliminar las cookies de terceros de su navegador Chrome, que inicialmente había estimado para el año que viene, pero que ahora pospone hasta finales de 2023. La decisión de retrasarlo llega después de que la medida anunciada por el gigante de la publicidad digital generara serias preocupaciones entre los anunciantes, sus competidores y los reguladores de competencia, tanto en EE UU como en Europa.
Google ha justificado ahora su decisión de retrasar la medida anunciada asegurando que aún no está claro cómo hará la industria para poder seguir recopilando datos de los usuarios cuando ella elimine las cookies de su navegador, el más usado del mundo (su cuota de mercado es del 70 por ciento).
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