• La Organización Internacional del Trabajo (OIT) sugiere 18 días mínimos de descanso para cualquier trabajador a nivel mundial, con una media de 16 días.

• Con la nueva reforma al Artículo 76 y 78 de la LFT, esto sigue lejos, pero al menos en 2023 se ganó un goce de 12 días de vacaciones en lugar de seis.

• Con esto, empleadores subirán su gasto por cada uno de los 19 millones de trabajos permanentes registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Hace más de 50 años que México no había reformado los días de descanso en la Ley Federal del Trabajo (LFT) y hoy que las “vacaciones dignas” ya son un hecho publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) es inevitable considerar las ventajas que este paso hacia la justicia laboral ofrece a los trabajadores mexicanos y el costo que, indudablemente, generará a las empresas empleadoras.

“Del total del periodo que le corresponde conforme a lo previsto en el artículo 76 de esta Ley, la persona trabajadora disfrutará de 12 días de vacaciones continuos, por lo menos. Dicho periodo, a potestad de la persona trabajadora podrá ser distribuido en la forma y tiempo que así lo requiera”, establece la nueva normativa.

Desde el primer año de trabajo cada empleado tendrá derecho a 12 días de descanso de forma ininterrumpida, los cuales aumentarán de dos en dos por año hasta llegar a los 20 y luego sumarán dos más cada cinco años. Esto quiere decir que, a partir de 2023, México pasará de tener uno de los promedios de descanso laboral más bajos del mundo a una media común de América Latina, pero aún lejana a la justicia laboral europea.

“Vacaciones dignas”: oportunidad de acercamiento empresas-trabajadores

Mucho se ha hablado de las implicaciones que tendrá el aumento de días de vacaciones en México, pues especialistas laborales coinciden, en su mayoría, con que esta modificación a la Ley permitirá la negociación entre trabajadores y empleadores, privilegiando aspectos como la productividad, la confianza, el sentido de permanencia en la empresa y el carente equilibrio entre trabajo-familia-calidad de vida.

No obstante, no se puede dejar de lado el encarecimiento de ser empleador que los mínimos laborales pueden ocasionar en un país que nunca lo había cumplido, pues existía un rezago tan grande que debía cubrirse de forma gradual para aminorar el impacto presupuestal por el cubrimiento de vacaciones (contratación de eventuales) y algunos otros impactos de costo financiero y operativo.

De hecho ManpowerGroup, la consultora en capital humano y de servicios laborales, realizó un cálculo aproximado de lo que las empresas mexicanas deberán pagar por cada trabajador con el aumento de 6 a 12 días de vacaciones en 2023.

Datos de la multinacional experta en Recursos Humanos (RRHH) detalla que, descontando a los empleados eventuales, se recaudará un aproximado de 89 mil millones de pesos sólo de los 19 millones de permanentes registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que recibirán el aumento de descanso.

De acuerdo con el director de relaciones institucionales de ManpowerGroup, Héctor Márquez, esta cifra sale en relación al salario promedio de los trabajadores -que es de cerca de 481 pesos al día- sumando el pago que las empresas hacen del 30 por ciento por cada uno más la cuota del IMSS e Infonavit, lo que genera un desembolso de 625 pesos por trabajador y se multiplica por el número de días de vacaciones.

Esto quiere decir que la cantidad, más la prima vacacional que es del 25 por ciento, generaba 3 mil 752 pesos de gasto por empleado -con seis días de descanso-, por lo que ahora, los empleadores pagarán cerca de 4 mil 690 pesos por persona, lo que nos da un total de 89 mil millones de pesos a nivel país si se contemplan los 19 millones de trabajadores formales.

La cifra resulta ser exorbitante si se compara con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 de Secretarías como la de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), de 77 mil 411.4 millones de pesos; la de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de 75 mil 627.3 millones de pesos; o la de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), con 70 mil 527.9 millones de pesos.

Con ello, la reforma de la Ley Federal del Trabajo deberá medir el impacto del primer semestre de 2023, pues por fin sabremos si los número de vacaciones mínimas mejorará la productividad a mediano plazo o si será un factor determinante para que se dispare la informalidad en México,

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