• Empresario reportó pérdidas muy significativas provocadas por los bombardeos a su país.

• El ucraniano ya hace un recuento de todos los daños físicos y técnicos en sus plantas de operación.

• Ahora alista una demanda legal para que el Estado de Vladimir Putin indemnice a su empresa.

Rinat Akhmetov, el empresario más rico de Ucrania, informó que planea demandar al Estado ruso y, por consiguiente, al Presidente Vladimir Putin por las pérdidas millonarias que su industria ha reportado desde que Rusia invadió a su país.

Y es que el bombardeo de las plantas siderúrgicas que posee el ucraniano más rico en la devastada ciudad de Mariúpol le provocó un déficit económico de entre 17 mil y 20 mil millones de dólares.

“Definitivamente demandaremos a Rusia y exigiremos una compensación adecuada por todas las pérdidas y negocios perdidos”, dijo el propietario de la mayor siderúrgica ucraniana, Metinvest, en una entrevista para el portal de noticias ucraniano “mrpl.city”.

La información de Akhmetov determina que debido a los ataques bélicos del conflicto geopolítico es la causante de que la acería de Azovsal sufriera graves daños, siendo esta enorme planta la que se convirtió en el último bastión de defensa en la sureña ciudad portuaria. Asimismo, Illich Steel and Iron Works, también de su propiedad, también resultó dañada.

“El costo de reemplazo (…) debido a la agresión rusa es de 17 a 20 mil millones de dólares. El monto final se determinará en una demanda contra Rusia”, expuso al preguntársele el avance e impacto de bombardeos, los movimientos tácticos de Rusia dentro del territorio invadido y, por supuesto, el deterioro de Metinvest, con principal daño a Azovstal e Illich.

El empresario aseguró que el estimado final de la deuda, proveniente del país de Vladimir Putin, se determinará en la misma demanda.

No obstante, Akhmetov reconoce que ya reflejaba una baja significativa en su imperio empresarial, puesto que antes de la guerra entre Rusia y Ucrania no encontraba tanto desacuerdo con los separatistas prorrusos.

El hombre ha permanecido en Ucrania desde que comenzó la invasión de Rusia.

“Creemos en nuestro país y creemos en nuestra victoria”, agregó.

En Rusia también alistan control empresarial

El órgano legislativo ruso analiza un proyecto de Ley para nombrar administradores sobre las empresas propiedad de extranjeros en países “no amistosos”, que permitirá al Estado tomar el control de las sedes locales empresariales que decidan irse tras la invasión de Ucrania, algo que eleva los riesgos para las multinacionales y empresarios.

El impacto que esto generaría a la industria es muy grande, pues si Rusia obtiene el poder de intervenir cuando haya una amenaza para los puestos de trabajo de las compañías locales, las empresas de occidente tendrán menos oportunidad de desvincularse sin sufrir un fuerte golpe financiero.

Moscú suele calificar de “no amistosos” a los países que han impuesto sanciones económicas a Rusia, lo que significa que cualquier empresa de la Unión Europea o de Estados Unidos está en el radar, ya que la economía de este país cada vez ha sido más aislada y se hunde en la recesión en medio de una inflación de dos dígitos.

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