A partir del 2023, la serie FIFA no necesariamente será producida por EA y esto ha desatado muchas historias y análisis de lo que ambas partes pretenden lograr al tomar caminos separados después de tantos años de innegable éxito.
Los resultados de esta sociedad que formaron han sido poco menos que espectaculares: 325 millones de copias vendidas, versiones en 18 idiomas, vendido en 50 países y una recaudación cercana a los 20 billones de dólar en los últimos 20 años, es decir alrededor de 1 billón anualmente, y hablamos de de billones “americanos” o sea, mil millones de dólares anuales.
Eso convirtió al FIFA en el videojuego más vendido de la historia por encima de títulos que han sido muy populares como Mario Bros.
Los efectos del éxito de esta sociedad entre FIFA y EA, permitió a la empresa de videojuegos aumentar su valor en la bolsa de manera significativa (2000% por lo menos) desde que la franquicia fue lanzada en 1993 y la FIFA se dice que percibía más de 150 millones de dólares al año solo por los derechos del nombre según diversos reportes y algún adicional por conceptos de regalías. Un gran negocio del licensing.
Aún con estos resultados, ambas partes ya no llegaron a un acuerdo sobre la renovación de esta licencia por lo que se vienen cambios significativos en lo que hemos conocido como el ecosistema del fútbol en términos de eSports.
¿Por qué no hubo acuerdo? Todo indica que FIFA buscaba una significativa mejor económica aunque la versión oficial indica que el organismo no quiso dar la exclusividad a EA y que además exigía ciertos cambios dentro del juego. La exploración de FIFA en términos de no dar exclusividad es un camino interesante, pero definitivamente muy alternativo cuando la mayor parte de la industria del fútbol se mueve con grandes contratos de exclusividad en todo el mundo y en casi todos los órdenes. Por lo qué hay cierta duda de cuál será el ecosistema y cómo harán para mantener al menos el revenue que obtenían por parte de EA.
La apuesta de la diversificación y nuevos licenciamientos suena bien, pero no hay nada claro aún. Incluso hay analistas que piensan que no descartarían que otra empresa como Konami y su eFootball le llegue al precio a la FIFA y obtenga la vacante que dejará EA.
Y según estos mismos reportes y lo que han señalado en FIFA será en 2024 cuando se lance el nuevo videojuego con el mismo nombre y con otros juegos relacionados al fútbol que no necesariamente sean partidos o competencias de fútbol. Es decir, otro tipo de juegos que no se podían crear o incluso tener presencia “in-app” debido a la exclusividad otorgada a EA. Esta liberación, podría permitir a FIFA explorar la entrada en otra clase de videojuegos como Roblox por poner un ejemplo (y acercarse al metaverso).
Lo que la FIFA ha dado a conocer, es que busca esa diversificación para ofrecerle al fan una variedad de productos con el nombre de FIFA y no solo una simulación de partidos como sucede actualmente, y veremos cómo le va tratando de convertirse en un publisher de videojuegos.
Por su parte, Electronic Arts ha anunciado que lo que hoy conocemos como FIFA 22, se convertirá en EA Sports FC a partir del 2023 que la relación concluya. Esto provocará que no puedan usar el nombre FIFA en el videojuego ni recrear los campeonatos oficiales como la Copa del Mundo, pero EA sigue teniendo la licencia de más de 300 clubes para que aparezcan en el juego y obviamente la tradición adquirida al paso del tiempo que los ha llevado a consolidarse como el videojuego de fútbol más jugado e incluso más usado en la escena competitiva de eSports. El logo y el nombre podrían pasar a segundo plano si su estrategia de lanzamiento es agresiva y la realizan apoyándose de todos los clubes con los que tienen un acuerdo.
Solo para que nos demos una idea, EA cuenta con acuerdos que incluyen a 19 mil jugadores, 700 equipos, 100 estadios y 30 ligas que podrán recibir mejores ingresos al no tener que repartir a FIFA parte de las ganancias y que mantendrán el look-a-like del juego mismo.
Al final de cuentas, esto es un negocio y ambas partes quieren maximizar ingresos, y mientras la FIFA considera que sus derechos van más allá de lo que hoy ofrece EA, y el publisher considera que es demasiado para una licencia que solo otorga el nombre de la franquicia, quizás el seguir por caminos separados hace sentido para los dos, aunque sea una pena para los aficionados que jugamos por mucho tiempo la franquicia.
Veremos que sucede, es muy pronto para saberlo y para pronosticar cuál será el futuro con las decisiones tomadas. La FIFA tiene la gran oportunidad de diversificar y explorar nuevos terrenos, EA tiene la gran oportunidad de hacer lo que hacen otros publishers como Epic Games, Riot, Supercell, Ubisoft, Activision Blizzard o Platinum que no solo producen videojuegos, sino que generan mucho negocio vía la generación de contenidos, merchandising, competencias y eventos.
Mientras tanto, me quedo con el FIFA 98, para mi, un parteaguas para que se haya convertido en el fenómeno cultural que hoy está llegando a su fin.
