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A pesar de la apertura a la IA, el 38% de los consumidores en México y Brasil estån irritados por tener que repetir información en diferentes etapas del servicio al cliente.
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 Una nueva encuesta global realizada por Sinch,revela que los consumidores mexicanos muestran una mayor disposición a adoptar soluciones de inteligencia artificial en el servicio al cliente.
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A pesar de esta adopciĂłn y preferencia, aĂșn enfrentan altos niveles de insatisfacciĂłn debido a la falta de integraciĂłn en los canales de soporte.
El estudio, The State of Customer Communications 2025, realizado por Sinch, destaca que, en México y Brasil, el 73% de los encuestados estå abierto a interactuar con chatbots o sistemas de IA para actualizaciones y soporte, significativamente mås alto que el promedio mundial del 52%.
“Estos datos muestran que el mercado mexicano ya ofrece un terreno fĂ©rtil para la implementaciĂłn de asistentes virtuales, bots de servicio y otras aplicaciones inteligentes, siempre y cuando estĂ©n bien implementadas y sean transparentes en cuanto a la precisiĂłn del servicio”, dice Mario Marchetti, director de Sinch para AmĂ©rica Latina.
A pesar de esta apertura a la IA, el estudio muestra que el 86% de los consumidores mexicanos y brasileños se sienten frustrados cuando tienen que repetir información en diferentes puntos durante una interacción de servicio, lo que equivale a casi 9 de cada 10 usuarios.
Esta falta de integraciĂłn del sistema causa una insatisfacciĂłn significativa: el 42% califica la experiencia como “extremadamente frustrante”, el 29% dice que es una “pĂ©rdida de tiempo” y el 15% dice que socava la confianza en la marca.
“Incluso con los avances tecnolĂłgicos, muchas empresas siguen sin orquestar un flujo de comunicaciĂłn continuo y contextualizado, lo que obliga a los clientes a empezar de nuevo con cada nuevo canal, lo que genera una gran frustraciĂłn y puede dañar la relaciĂłn cliente-marca”, añade Marchetti.
En ese contexto, los chatbots impulsados con inteligencia artificial se han convertido en una tendencia en ascenso en todo el mundo, especialmente dentro de sectores como atención al cliente, salud, educación y comercio electrónico. Su avance ha sido tal que muchas empresas los consideran ya una herramienta estratégica clave para mejorar la eficiencia operativa y la experiencia del usuario.
Un informe de Grand View Research proyecta que el mercado global de IA alcance un valor de casi 400 mil millones de dĂłlares en 2025, con una tasa de crecimiento anual cercana al 36âŻ% hasta 2030. Parte de este crecimiento estĂĄ impulsado por el auge de los chatbots conversacionales, herramientas que gracias a modelos de lenguaje avanzados pueden mantener conversaciones fluidas, resolver dudas comunes e incluso procesar solicitudes complejas en tiempo real.
En tĂ©rminos de adopciĂłn, estudios como el de McKinsey señalan que el 83âŻ% de las empresas ya considera la IA como una prioridad estratĂ©gica. El uso de asistentes conversacionales puede generar retornos sobre la inversiĂłn superiores al 100âŻ% y aumentar significativamente los niveles de satisfacciĂłn de los clientes. Otro anĂĄlisis, publicado por Stanford y el MIT, mostrĂł que la implementaciĂłn de herramientas conversacionales con IA incrementĂł en casi 14âŻ% la cantidad de interacciones exitosas entre agentes y clientes.
La popularidad de los chatbots se explica en parte por su capacidad para estar disponibles 24/7, ofrecer respuestas inmediatas y liberar al personal humano de tareas repetitivas. Sin embargo, su uso masivo tambiĂ©n ha traĂdo frustraciĂłn entre los usuarios cuando los sistemas no logran entender solicitudes, ofrecen respuestas imprecisas o se perciben como impersonales.
Aunque los chatbots estån lejos de reemplazar por completo la interacción humana, su crecimiento es una señal clara de cómo la inteligencia artificial estå transformando nuestras formas de comunicarnos, informarnos y resolver necesidades. El reto estå en lograr un equilibrio entre eficiencia tecnológica y calidez humana, sin perder de vista la ética, la transparencia y la calidad en la experiencia del usuario.