Ya lo dijo Steven J. Stowell: “los grandes líderes encuentran formas de conectarse con su gente y ayudarla a alcanzar todo su potencial”.  En forma, el liderazgo se define como el conjunto de habilidades que un individuo posee para influir en la forma de ser o actuar de las personas.

Existen diversos tipos: empresarial, transaccional, transformacional, situacional, etcétera. Los dos últimos son los más comunes. Estos indican que un líder puede echar mano de sus habilidades natas para serlo, pero también hay quienes adquirieron esa característica por medio de trabajar sus habilidades.

Muchos acuden a cursos, se preparan, aspiran a ser líderes, pero ¿tienen claro su objetivo?, ¿para qué quieren que los sigan? El líder tiene poder pero también responsabilidad. Al final, un líder es un modelo a seguir, una figura de inspiración, alguien a quien siguen los demás. Todo esto denota un papel que puede salirse de control, por ello hay que tener claro que muchas personas dependen de él y una simple palabra puede cambiar una vida.

Un verdadero líder cuida sus palabras porque sabe que pueden tener mucho impacto. Un ejemplo de la actualidad es Elon Musk, admirado por millones de personas, CEO de una compañía del nivel de Tesla, un líder. Sus palabras en Twitter detonaron sucesos que lo llevaron a comparecer ante un juez federal este mismo año.

En contraste, Martin Luther King inspiró a millones con su famoso discurso “I have a dream”, pronunciado el 28 de agosto de 1963 en las escalinatas del Monumento a Lincoln en Washington, un momento importante para el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos. En ambos casos, podemos apreciar el poder de las palabras.

Un verdadero líder cuida sus palabras y las ha utilizado de formas muy claras:

Suma algo positivo

El liderazgo debe ir, entonces, de la mano con palabras que impulsen a los demás en pro de un objetivo común. Los expertos en neuromarketing conocen el poder de las palabras y por ello, Andrew Newberg y Mark Robert Waldman, autores del libro “Words can change your Brain”, recomiendan usar: poderoso, fácil, garantizado, comprobado, exclusivo, secreto, clave, extra, beneficios, original, inteligente, regalo, auténtico, resultados, exitoso, cuando se trata de vender y no sólo un producto, sino incluso una idea.

No las rompe

Primero, un líder mantiene su palabra, no la rompe, es congruente con lo que dice y con lo que hace. Sabe que su integridad depende de lo que promete y cumple, tiene respeto por sí mismo y por los demás y por ello cumplirá sus promesas, eso lo hace un verdadero líder.

Lo llevaron hasta donde está

Un líder jamás se “tira para que lo levanten”, no anda por la vida lamentándose o quejándose, sino que siempre se dice a sí mismo que todo estará bien, que las cosas pasan por algo, por un bien mayor, que es hora de aprovechar incluso los malos ratos, es cuestión de actitud que el cerebro termina registrando como un hecho y sumado a sus esfuerzos, siempre consigue lo que quiere.

Comunica

Para llegar a ser un líder, la persona debe tener la habilidad de comunicar sus ideas de forma concisa y clara, para que los demás puedan ejecutar sus indicaciones sin contratiempos. No usa palabras rebuscadas, no da órdenes, inspira acciones por medio de lo que dice y hace, por ello logra que la gente que lo sigue dé resultados.

Imprime autenticidad

El auténtico líder habla para servir, inspirar y ayudar, su palabra es auténtica, no lo hace para dominar o controlar, por ello sus palabras tienen poder ante los demás porque constituyen lo que verdaderamente piensa, siente y pone en práctica.