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News Showcase propone cerrar acuerdos directos con medios de noticias, a cambio de que Google pueda retomar su contenido libremente
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De esta forma, la tecnológica ha podido abordar algunas quejas de publishers sobre su dominio en el mercado de publicidad
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Y es que varios productores de contenido han acusado a la plataforma de robarse sus ingresos de advertising, usando sus artículos
Parece que todos los esfuerzos de Google para tranquilizar la situación en Australia no dieron resultados. De acuerdo con Reuters, las autoridades introducirán esta semana una nueva ley que obligará a esta tecnológica, así como su rival Facebook, a pagar por noticias. Se espera que el documento se presente al parlamento. Si todo sale de acuerdo a lo planeado por las autoridades, podría convertirse en ley antes que termine el mes, para desgracia de la marca.
En un statement a Reuters, Lucinda Longcroft, líder de asuntos gubernamentales y política pública en Google, señaló que envió una serie de sugerencias de enmienda al Senado. Todas fueron desestimadas. Pero, la marca aún espera establecer un diálogo con el Parlamento en el futuro próximo. La ley, vale la pena recordar, obligaría a la subsidiaria de Alphabet a pagar a los medios por cada enlace que aparezca en su motor search, incluidas las búsquedas regulares.
Medios en Francia afilan cuchillos contra Google
Pero Australia no es el único problema que debe enfrentar la tecnológica. También en datos de Reuters, varios medios de noticias en Francia se están preparando para una guerra contra la compañía. Cabe recordar que Google introdujo el proyecto News Showcase al país europeo. La plataforma ofrece un trato de remuneración directa a varios publishers. Esta iniciativa es un esfuerzo para demostrar que puede limar asperezas con la industria de noticias sin una ley.
Sin embargo, aquellos publishers que no están incluidos en el ecosistema de Google están empezando a molestarse. El grupo francés de medios independientes Spiil apuntó que es injusto la forma en que se llegó a un acuerdo entre la tecnológica y un centenar de publishers. A su parecer, no solo se les está dejando a ellos de lado en la negociación. También denuncia que el acuerdo para el cese de hostilidades con la mayoría del mercado no fue hecho público.
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Viene una mala semana para la tecnológica
Los conflictos de Google en Australia y Francia podrían no parecer particularmente graves para su negocio en el gran esquema de las cosas. De acuerdo con Statista, la amplia mayoría de sus ingresos provienen de Estados Unidos (EEUU), donde sus sistemas de remuneración a los medios de noticias han tenido éxito. Tanto Europa como Oceanía, las regiones a donde pertenecen los dos países con los que está en guerra, solo son una fracción de sus ingresos.
Pero de acuerdo con TechRadar, ya hay agentes sembrando semillas de discordia en EEUU. Microsoft no solo ha dicho que está de acuerdo con la regulación australiana, diciendo que si Google se retira del país, su buscador Bing podría convertirse sin problemas en su reemplazo. También ha empezado a sugerir que la Unión Americana debería adoptar una legislación similar. Algo que verdaderamente podría terminar por desmoronar el negocio de la tecnológica.
Google no puede perder su buscador
Una salida de EEUU sería un golpe masivo a la subsidiaria de Alphabet. Y no solo porque sería un precedente verdaderamente desastroso para la compañía a escala global. También ha ido teniendo otros problemas en el resto de sus unidades de negocio. Por ejemplo, la decisión de agregar un paywall a Google Photos no ha sido particularmente bien recibida por los usuarios. En especial después de años de disfrutar los servicios de la tecnológica sin pagar un centavo.
Incluso el negocio de publicidad de Google está pasando por un momento muy complicado. La compañía anunció recientemente que copiará la función de Apple de privacidad que evitaría a los anunciantes usar la información third-party sin el permiso explícito de los consumidores. A eso se debe sumar que la tecnológica aún no logra desarrollar un reemplazo perfecto para las cookies que eliminará en 2022. Su opción más prometedora, FLoC, no ha sido tan efectiva.
