El mercado musical es uno que ha logrado construirse con base en las marcas personales que lo conforman, medios que comunican sus estrategias a través de nuevas tecnologías y contenidos donde las marcas apuestan a la generación de historias y formas de contarlo.

Apenas dábamos cuenta de como el reciente lanzamiento de El Dorado, por parte de Shakira, se había convertido en una referencia clara del marketing digital, pues a través de hotspots, los seguidores de la cantante podrían acudir a determinados puntos en sus ciudades de residencia, en donde podrían obtener contenido exclusivo a través de sus dispositivos.

A la par de estas creativas estrategias, vemos cada vez más nuevas formas en que las marcas personales y las audiencias se relacionan, tal como lo hacen a través de plataformas de streaming musical como Spotify, que hasta marzo de este 2017, contaba con 50 millones de suscriptores que pagaban por su servicio.

Los videos musicales siguen siendo otra oportunidad que han encontrado las marcas para generar respuesta por parte de las audiencias. En YouTube, canales como “officialpsy” han logrado videos (Gangnam style) con más de dos mil 848 millones 369 mil reproducciones.

Esto ha dado pauta a métricas como las que encontramos proyectadas por Edison Research y Triton Digital, donde advierten que un 13 por ciento de usuarios de YouTube encuestados, aseguró que siempre escucha videos musicales de la plataforma sin verlos, mientras que la mayoría, es decir, un 39 por ciento de ellos, reconoció que lo hace a veces.

Con estas cifras vale la pena dar un repaso a las cifras que nos advierten el valor del mercado musical en el mundo, uno donde las marcas personales se convierten en importantes influencers con capacidad de asociarse exitosamente con marcas, en un recurso que los ayuda a convertirse en el motor de una industria que basa en ellos contenidos y recursos digitales.