Hace un mes Dove lanzó una campaña más para motivar a sus consumidoras a sentirse bellas sin importar cómo lucen. La nueva campaña se llama Legado y muestra cómo influye la manera en que se siente una madre con su apariencia física en la percepción que tiene su hija de sí misma, en otras palabras, muestra que la autoestima se hereda. ¿Podrá esta campaña igualar a la de los sketches del año pasado?

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Luego del éxito de la campaña Real Beauty, Dove quiere igualarlo con este experimento que ha hecho en el que demuestra ya algunas teorías psicológicas que plantean que la autoestima también se hereda de la madre. En el spot montado a inicios de octubre muestra cómo las niñas no se sienten conformes con algunas partes de su cuerpo influenciadas por las inconformidades de sus madres.

La investigación global de Dove revela que cerca del 71% de las niñas se sienten presionadas por ser bonitas, pero son menos propensas a ser afectadas por la ansiedad de una apariencia física perfecta cuando tienen un modelo positivo a seguir. Sin embargo, los datos que se encontraron indican que a 8 de cada 10 mujeres no les gusta por lo menos un aspecto de su apariencia física.

Con base en dichos resultados y para sensibilizar a las madres se ha lanzado este spot llamado Legado, en el cual además, como parte de su proyecto a favor de la autoestima especialmente en medios digitales, Dove invita a sus seguidoras a compartir en redes sociales los aspectos que les gustan de su apariencia y centrarse en ellos en vez de en sus defectos con el hashtag #MeSientoHermosaPor.

Definitivamente, una vez más la estrategia de comunicación de esta marca es tocar las fibras profundas de las mujeres, conectar con sus emociones y crear una relación duradera con las consumidoras, más allá de un mensaje publicitario que resalte las cualidades del producto, se centran en la persona que lo comprará. Un claro ejemplo de cómo las estrategias mercadológicas deben enfocarse en el usuario para tener éxito.