Por Pamela Luna
En un mundo en donde el consumo ha evolucionado hasta convertirse en una actividad en la que los clientes se caracterizan por analizar cada paso de la compra, contar con poco tiempo, ser socialmente responsables, estar informados y buscar originalidad, las marcas necesitan adaptarse y desarrollar estrategias que les permitan sobrevivir en este entorno.
Aunado a los factores antes mencionados, los anunciantes se enfrentan además, con el factor tiempo, ya que dentro del punto de venta tienen —según estudios de TNS para su herramienta Shopper Insights— en promedio, 28.2 segundos para convencer a las personas para adquirir su producto. Este hecho se torna más complicado cuando se trata de compras por impulso, para las cuales se destinan sólo 8.5 segundos.
Con esta investigación de TNS se busca comprender el comportamiento del consumidor dentro del punto de venta. Toma en cuenta características como la localización de una cierta categoría dentro de la tienda, ya que el flujo de los clientes está concentrado en ciertas áreas del establecimiento (principalmente en las islas localizadas al fondo del comercio).
“Es necesario conocer lo que quiere cada cliente y los motivos por los que compra, para darle el trato que requiere de manera inmediata”, asegura Stephen Factor, director global del sector consumer de TNS.
Estar al tanto de los datos relacionados con los espacios, permite a los anunciantes buscar las formas más adecuadas para captar la atención de quienes visitan el local. Los datos se obtienen a través de aparatos de tracking con los cuales es posible emular la mirada de los visitantes y determinar los puntos en los que le ponen mayor atención.