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Jorge Arturo Castillo

El gran desastre que viene para la educación privada

Es previsible que la educación pública básica y la media básica, de por sí de una calidad más que cuestionada, tenga una carga excesiva en el siguiente ciclo escolar.

Los colegios privados perderán, al menos, un tercio de su matrícula para el siguiente ciclo escolar que iniciará el 24 de agosto. En la columna anterior se trató el tema de que la educación privada “no entiende que no entiende”, lo cual confirmamos con la denuncia de padres de familia acerca de cobros indebidos por parte de muchas escuelas, los cuales van desde la obligación de comprar uniformes y útiles en el colegio hasta el pago de transporte escolar, aun cuando no lo utilizarán, al menos no el corto plazo.

No sorprende que la crisis económica que azota al país esté afectando la inscripción a colegios particulares en el siguiente ciclo escolar, pero esta situación se agravó con el anuncio de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de que las clases serán por televisión, lo que desmotiva aún más a un gran número de padres de familia a seguir del lado de la educación privada.

A decir de Alfredo Villar, presidente de la Asociación de Escuelas Particulares (ANEP), este ramo económico consta de más de 45 mil planteles particulares, donde laboraban, hasta el recientemente concluido ciclo escolar, alrededor de 485 mil personas, entre profesores y personal administrativo, con 5.5 millones de alumnos a lo largo y ancho de México.

El directivo calificó como de “desastrosa” la situación de los colegios particulares, y añadió que 30% de estas instituciones ha cerrado o suspendido sus servicios para el ciclo escolar que empezará el próximo 24 de agosto.

En este contexto, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) puntualizó que hasta el momento ha recibido más de 300 quejas sobre el servicio de colegios particulares, entre las que destacan: condicionar el pago para hacer exámenes, no cumplir con las horas programadas de clase e incrementar cuotas, además de negarse a devolver la inscripción o reinscripción a los padres que decidieron irse a buscar otras opciones para sus hijos.

La Profeco exhortó a las partes a una conciliación, sobre todo por la pandemia actual de Covid-19, que obliga a que el inicio del ciclo no sea presencial, pero también hizo la advertencia de que en todos los casos los planteles están obligados, sin excepción alguna, a regresar el pago anticipado, dado que el alumno no cursará sus estudios allí.

Ante ello, la ANEP ya alertó no se quedará de brazos cruzados, por lo cual interpondrá acciones legales contra la Profeco, puesto que desde su perspectiva ésta no tiene facultades en materia educativa, porque sus competencias se ubican en asuntos de carácter mercantil. Ya veremos en qué termina este embrollo legal.

Entre tanto, como dijimos la vez pasada, muchos padres de familia están sacando a sus hijos de los colegios donde han estado, en muchos de los casos por años, sobre todo tras el anuncio de la SEP de que el siguiente ciclo escolar será por televisión, al menos en lo que tenemos semáforo epidemiológico en verde; ello quita todo atractivo a la educación particular: “¿Pagar para que mis hijos reciban clases por Zoom? ¿Y a veces para que mi hijo tenga clases de 40 minutos, pues el colegio se niega a pagar una licencia por ello?”.

Con lo anterior, es previsible que la educación pública básica y la media básica, de por sí de una calidad más que cuestionada, tenga una carga excesiva en el siguiente ciclo escolar. En teoría, la educación que imparte el Estado debería estar garantizada para todos y de calidad, pero sabemos que esto no es así. Sin embargo, para muchos no habrá otra opción, al menos por el momento y para este ciclo escolar 2021.

¿Pagar lo mismo que por cursos presenciales?

A nivel licenciatura, en Estados Unidos hay todo un movimiento estudiantil al respecto, pues la crisis por el coronavirus ha impactado en la economía de miles de familias en el país vecino del norte, justo igual que aquí, con sus debidas proporciones. Ante ello, muchos se preguntan si deben seguir pagando 70 mil dólares por clases por Zoom, o en otras palabras, ¿pagar lo mismo que por los cursos presenciales?

Y es que muchos estudiantes obtienen cada año grandes préstamos para financiar sus estudios universitarios y se preguntan cómo justificar el gasto de miles de dólares en clases mediante videollamadas Zoom. No lo sienten justo y ahora están pidiendo una explicación a sus respectivas universidades.

Un discurso de odio infundado hacia las farmacéuticas

El gobierno de la República ya firmó los contratos con la Organización de las Naciones Unidas y la Organización Panamericana de la Salud para comprar los medicamentos fuera del país, aunque se informó, de último momento, que los laboratorios nacionales podrán contender por la obtención de contratos.

La industria farmacéutica, por su parte, ya alista a sus abogados para emprender una batalla legal, con el fin de tratar de impedir que el gobierno de la 4T cumpla sus amenazas de comprar los medicamentos del sector salud allende las fronteras, con lo cual pondría en riesgo no solo a este sector, sino la salud de los pacientes.

En el discurso del primer mandatario, Andrés Manuel López Obrador, se sigue percibiendo un discurso de odio infundado hacia la industria farmacéutica, a la vez que mete a todos en el mismo saco, tanto a fabricantes de medicamentos como a mayoristas, que fueron las primeras señaladas como acaparadores del mercado.

El presidente no solo los tacha de corruptos (cosa que no ha demostrado ni emprendido acciones al respecto), sino que les echa la culpa del desabasto de medicamentos, cuando sabemos que no es así, sino una pésima gestión de compra de medicamentos en 2019, que ha ocasionado todos los episodios de quejas de pacientes que hemos visto de manera reiterada a lo largo del año, en particular los de los niños con cáncer.

Aquí hemos insistido en que la farmacéutica es una industria que fabrica bajo contratos; no puede ser de otra forma, porque los medicamentos tienen fecha de caducidad. Es decir, no es posible producir y almacenar para ver quién los compra, como mal piensa el jefe del Ejecutivo. Así que no es que le estén escondiendo los medicamentos para presionar ni jugar a las vencidas, simple y sencillamente no se firmaron a tiempo los contratos, como se les advirtió en varias ocasiones, y las consecuencias las han pagado los pacientes, muchas veces hasta con la vida.

En este explosivo coctel, la nueva distribuidora estatal de medicamentos calienta motores para arrancar operaciones este próximo 15 de agosto con un presupuesto de 50 mil millones de pesos. Su titular, David León Romero, dice sentirse más que listo para esta gran responsabilidad. Al tiempo.

El botiquín

En México ya somos el tercer país en el mundo con más muertos por Covid-19, llevamos casi 53 mil fallecimientos, y el primer mandatario se enoja cuando estas cifras se mencionan en los medios, pero no queda de otra. Esta semana la Universidad de Washington predijo que así como vamos, para fin de año en nuestro país habrá 153 mil muertos. No obstante, si todos usáramos cubrebocas, se podrían evitar entre 40 y 50 mil muertos, pero claro, hace falta una campaña y un discurso consistentes, además del ejemplo del presidente y todo su equipo, en especial el de salud. ¿Verdad Hugo López-Gatell?

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