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Lee Iacocca murió a los 94 años. Fue uno de los ejecutivos más poderosos y conocidos de Detroit.
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Creció liderando la mercadotecnia de Ford y luego aplicó lo que aprendió en Chrysler.
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“Si puedes encontrar un carro mejor, cómpralo”, fue su eslogan más recordado.
Lido Anthony Iacocca, la leyenda de la industria automotriz estadounidense (y mundial), mejor conocido como “Lee”, murió este martes a los 94 años.
Iacocca, hijo de inmigrantes italianos, se convirtió en uno de los ejecutivos más poderosos y más reputados de Detroit. Tanto, que llegó a convertirse en presidente de Ford Motor en 1970.
Después de ser despedido en una disputa con el heredero de la compañía Henry Ford II, Iacocca se unió a Chrysler. Fue el creador de la famosa frase que ayudó al fabricante de automóviles a evitar una quiebra de 1980: “Si puedes encontrar un carro mejor, cómpralo”.
Será recordado como el padre del Ford Mustang y del K-Car, que ayudó a Chrysler a salir de su crisis financiera.
También, junto a su ex compañero de trabajo en Ford, Hal Sperlich, quien se unió a Iacocca en Chrysler, avaló la creación de las minivans y luego las SUV, que durante años fueron los vehículos más rentables fabricados en Detroit.
Iacocca intentó formar una compañía de vehículos eléctricos, EV Global Motors, en 1999, pero fracasó. En sus últimos años, se enfocó principalmente en escribir libros y en acciones caritativas. Se casó tres veces. Su último matrimonio, con Darrien Earle, terminó en 1994.
Su hija, Lia Iacocca Assad, dijo que murió de causas naturales, pero que sufrió complicaciones por la enfermedad de Parkinson.
Comenzó como ingeniero y luego en ventas y mkt
Iacocca comenzó su extensa carrera en 1946 en Ford, primero como ingeniero y luego como responsable de los equipos de venta y mercadotecnia.
Allí fue donde pudo mostrar todo su talento para la promoción. Una campaña suya tuvo tanto éxito en los años 50 que llamó la atención de la dirección de Ford, y lo ascendieron.
Años después, se hizo famoso por aparecer en anuncios de Chrysler en los que apuntaba un dedo hacia el espectador mientras pronunciaba la famosa frase.
Llegó incluso a rodar un anuncio en 2005 con el rapero Snoop Dog para promocionar modelos de Jeep y Chrysler.