México.- Las redes sociales son una expansión de la personalidad de la gente y los comentarios que se publican en ellas pueden afectar de forma grave la carrera profesional. El caso más reciente es el de un futbolista, Julio Rey, a quien le cancelaron su contrato por un tweet ofensivo publicado hace tres años.

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Los servicios de social media, especialmente Twitter, son utilizados por miles de personas como una válvula de escape en la que hablan mal de sus compañeros de trabajo, sus jefes, los políticos o cualquier situación que no les parece bien. Pero a veces el hacer comentarios ofensivos puede causar daño al branding personal o terminar en despidos o cancelación de contratos.

El jugador de futbol Julio Rey vio esta semana como un contrato con el equipo español Deportivo La Coruña se fue a la basura cuando se dio a conocer un tweet que escribió en 2012 y que dijo “Puta Depor, Puta Riazor”, haciendo alusión al equipo de La Coruña y al estadio donde juega. De acuerdo con el diario deportivo Marca, Rey ya ofreció disculpas y aseguró que fue un comentario desafortunado que hizo cuando tenía 17 años de edad. Pero el equipo ya tomó la decisión de romper el acuerdo.

No es la primera vez que alguien se queda fuera de una compañía por culpa de un tweet. En abril pasado el manager de comunicaciones digitales del equipo de basquetbol Rockets de Houston fue despedido por un comentario grosero contra los rivales Mavericks de Dallas. Otro caso fue el del estratega de social media de Chrysler que “se equivocó” de cuenta y a través de la oficial de la automotriz dijo que nadie en Detroit sabe manejar.

Otro “error” que no fue perdonado fue el de Nicole Crowther, una extra en el programa musical Glee que a través de un tweet dijo “spoilers” sobre lo que pasaría en la serie de televisión, lo que le costo el trabajo de inmediato.

En México no son pocos los errores de los community managers, como el famoso caso de Crunch de Nestlé cuyo CM se burló de los estudiantes asesinados en Ayotzinapa. Aunque en este país muchos “profesionales” del marketing digital aún recurren a la respuesta que nadie cree “nos hackearon la cuenta”.