Aunque sin estar directamente ligada a las causas del incremento de las gasolinas, es decir, el libre mercado, consumidores tienen la percepción que el alza en los precios de los combustibles es por actos de corrupción, una estrategia mal implementada por parte de las autoridades energéticas, que trajo como consecuencia el aumento y la inflación.
Cifras del Departamento de Investigación de Merca 2.0 señalan que de 157 personas encuestadas, el 30.7 por ciento calificó como una “decisión corrupta” el alza a los combustibles, es decir, una consecuencia de una mala estrategia energética por parte de las autoridades.
Asimismo, el 21.9 por ciento de los consumidores opinó que la debilidad en las finanzas públicas fue el motivo por el alza en los combustibles y no actos de corrupción, el restante 16.7 por ciento creen que la reforma energética fue la causante del incremento, mientras que otro 15.8 por ciento estimaron que el objetivo del gasolinazo era una mayor recaudación de impuestos.
Incluso, hubo un 11.4 por ciento quien supone que hay una crisis económica y que la elevación es totalmente recaudatoria. Cabe aclarar que además de los precios liberador de las gasolinas, el gobierno las gravó con el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), ya que por cada litro de magna, premium y diesel, el consumidor pagará 5.83, 6.56 y 6.34 pesos, respectivamente.
Además, el 74.6 por ciento rechaza que con los bloqueos se vayan a bajar los precios de los combustibles. Sobre un posible impacto por el incremento de la gasolina, el 50.9 por ciento se dijo afectado al afirmar que la canasta básica sufriría aumentos generalizados.
El 27.7 por ciento indicó que el gasolinazo los afectará en su disminución de ingreso per cápita, es decir, dañará su economía personal y familiar. También, un 15 por ciento creyó que el aumento provocará el alza en otros impuestos o servicios.
En efecto, los consumidores de las gasolinas acertaron en sus hipótesis, aunque en los actos de corrupción así lo estimaron por la mala imagen del actual sexenio, que poco tiene que ver en los precios de las gasolinas.
El aumento en los impuestos, no fue del todo correcto, aunque sí afectó el precio de la tenencia, pasaporte y servicios del registro civil.
Pese a las protestas, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) previó que para febrero habrá otro gasolinazo, puesto que al no subsidiar sus precios, el libre mercado determinará los costos, los cuales no se conocen hasta el momento.
Sólo se conoce que a partir del 3 de febrero, los precios de los combustibles podrían sufrir un aumento de 8 por ciento, respecto a los de enero de este año.