• Los iPhone 12 encabezan polémicas en su lanzamiento, por el alto costo con el que cuentan estos dispositivos.

• Este tipo de tendencias nos recuerdan lo relevante que se ha vuelto innovar ante el consumidor.

• Entre las principales características que se han desatado hoy en día encontramos las que demuestran el valor del consumo.

El iPhone 12 llegó con todo a competir al mercado de smartphones, en donde se ha destacado por presentar su conectividad 5G, elemento que no ha conquistado a los consumidores, quienes se lamentan ante un productos que no podrán usar porque la red no opera al 100 por ciento en países como México o Estados Unidos.

Tras su arribo al mercado, una de las principales características en las que se ha fijado el consumidor en este dispositivo ha sido su precio.

Los costos del nuevo smartphone de Apple quedaron de la siguiente forma en el país:

Pro – 27 mil 499 pesos

Pro Max – 29 mil 999 pesos (en su versión de 512GB alcanza precio de hasta 37 mil 999 pesos).

iPhone 12 – 22 mil 499 pesos

iPhone 12 Mini – 19 mil 999 pesos

Sin importar el tipo de dispositivo, la gama completa del iPhone es de alto costo y sorprende la reacción que ha generado en los consumidores, pues se han mostrado todo menos atraídos a pagar los precios con que se venden en México.

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Tal es el rechazo a pagar por el costo, que usuarios han publicado en redes sociales un inusual comparativo entre el nuevo iPhone 12 y un Tsuru.

Un inusual comparativo ¿iPhone 12 o un Tsuru?

Dentro de redes sociales se ha disparado una curiosa tendencia en donde los usuarios han tenido la idea de asegurar que entre comprar un iPhone 12 a un Tsuru, definitivamente se decidían por el Tsuru.

El alto costo de los nuevos iPhone pone en duda lo acertado de invertir en estos equipos, considerando que la tecnología 5G aún no está disponible en México.

Esto hace cuestionar aún más el trabajo que deben de llevar a cabo las marcas y no solo eso, cuestiona la labor en la que deben de involucrarse las industrias, pues están saliendo al mercado productos adelantados a la infraestructura actual.

Este tipo de desafios nos deben llevar a observar lo relevante que es poder apostar por la innovación y no solo eso, lo necesario que es comprender el valor de un producto que sea funcional a la vida cotidiana del consumidor.