En Nueva York, una mujer ha presentado una demanda contra la marca Kellogg’s debido a que considera que la publicidad en uno de sus productos es engañosa.
De acuerdo con la consumidora, el relleno de fresas de sus “pop-tarts” es menor al que se muestra en la caja del producto, razón por la que ha decidido interponer una demanda contra la popular marca.
Históricamente, las marcas se valen de todo tipo de trucos de publicidad para hacer resaltar sus productos; es algo que ha existido desde hace años y, seguramente, sigue y continuará ocurriendo.
Si bien puede tratarse de una acción que demuestra una falta de ética ante los consumidores, lo cierto es que se trata de un recurso que se utiliza, principalmente, para llamar la atención de las personas e invitarlos a consumir sus productos.
Sin embargo, hay ocasiones en las que las marcas se encuentran con consumidores que no están de acuerdo con lo que están haciendo y deciden tomar acciones importantes.
Dentro de este contexto es que se suscribe la demanda de ahora enfrenta una de las marcas más reconocidas y, en realidad, se trata de un asunto delicado que llevaría a la compañía a pagar una suma muy grande.
Y es que, por si fuera poco, la consumidora demandante, exige que se coloque un etiquetado más preciso sobre lo que contiene el producto, pues, según alega, la caja aparenta tener “una mayor cantidad relativa y absoluta de fresas” que la que pueden encontrarse los consumidores, lo cual se puede entender como una estafa.
Además, la mujer alega que el producto contiene un colorante sintético para alimentos, el cual crea la ilusión de que, en efecto, tiene más relleno de fresa del que, en realidad, tiene, sin que el consumidor se pueda dar cuenta de ello a primera vista.
Kellogg's enfrenta una demanda de $ 5 millones de dólares por no tener suficientes fresas en sus Pop-Tarts
cc @dzapatillas pic.twitter.com/IHwCbqpjW8— ??? (@OpyMorales) October 25, 2021
Ante ello, Kellogg’s está enfrentando una demanda por cinco millones de dólares por no tener la cantidad de fresas suficientes en las “pop-tarts”, lo cual, para la consumidora, se trata de un engaño por parte de la marca.
Cabe resaltar que esta no es la primera vez que Kellogg’s enfrenta un problema de esta magnitud. En agosto pasado, una mujer en el Estado de Illinois presentó una denuncia similar, poniendo en jaque, una vez más, la imagen de Kellogg’s.
Sin duda, se trata de un asunto que, pese a considerarse absurdo, puede considerarse como una estafa al consumidor, al hacer uso de la publicidad para hacer resaltar sus productos.
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