@morawar

Para empezar la segunda mitad de diciembre, estuve “recluido” y ajeno totalmente al mundo exterior.

Nada de foquitos multicolores, espadas laser, “Santacloses” estilosos ni nuevos Stormtroopers llamaban mi atención. Por lo tanto, tampoco me había metido a llevar a cabo mi propia “Christmas Wars” en los pasillos de las plazas comerciales y supermercados. Hasta el día de ayer.

Ya se me había olvidado lo que había vivido también el año pasado. Gente amontonada en los pasillos de la plaza comercial y dentro de cada una de las tiendas como si fueran Ewoks en plena fiesta y con sobredosis de alguna bebida energética, de esas de las que dan alas.

Señoras abriéndose paso, con un estilo imperial, con varias bolsas en cada mano y amenazantes como Darth Vader. (¿Sabían que las bolsas grandes de Liverpool son usadas como armas por compradoras compulsivas mientras van caminando?).

Dependientes atendiendo a miles de personas, todos amontonados en las cajas y que cuando les preguntas por algún artículo te contestan con un gruñido estilo Chewbacca (Primero: se notan que también están hartos de la temporada navideña. Segundo: no les entiendes cuando te contestan).

Santa Claus, los reyes Magos y el niño Dios trabajando a todo vapor. Los Reyes de Oriente siguen siendo los más creíbles para los niños mexicanos y al que menos “siguen”, como si fuera una cosa de “followers”, es al Niño Dios. (Que curioso, no es por hacerme el religioso, pero entonces, ¿el cumpleaños de quien se celebra en esta época?).

Y en esta celebración se espera que los que tomamos el papel de los antes mencionados gastemos en promedio casi 3 mil 500 pesos en regalos, un poco más que el año pasado.

Pero ya regalos aparte, que es donde más irá el dinero de los aguinaldos, los mexicanos seguiremos gastando más en el tema de la cena, en viajes y en bebidas alcohólicas (a ver cuántos pasan estos días en el “Torito”) siendo la cerveza, el tequila y el whisky las bebidas que más se consumirán, de acuerdo a un estudio de la agencia TNS.

Y aunque se diga que casi la mitad de los mexicanos gastará menos en regalos navideños, según Forbes y un estudio de Linio, una gran cantidad, el 64% de los encuestados en este estudio, utilizará su aguinaldo para comprar los regalos. Y eso se nota. Ya el problema vendrá después, seguro, para quienes por complacer los gustos de sus seres queridos, en especial los niños, hagan uso de todo sus dinero disponible, y tal vez más, para hacer sus compras.

Un fenómeno que noté en una de mis visitas a la zona de juguetes de un supermercado popular, es que al mismo tiempo que veía a personas con grandes cajas de juguetes y a punto de pagarlos se les veía una cara con mezcla de tristeza y desesperanza que hablaban sin abrir la boca: “Pues me llevo estos juguetes, y ya la bronca de pagar otras cosas para la casa… ya se verá”. Una “Nueva Esperanza” que ocurre cada fin de año y que por lo regular se concluye en algún Monte de Piedad.

Entonces, visto lo visto, y después de haber salido de mi “agujero personal y temporal”, me di cuenta, sin haber visto la película, que no solamente “La Fuerza” despierta en esta época, el consumo también lo hace, y lo hace a lo bestia. Y ya veremos cuando el Imperio contraataque en la época de rebajas en ener