Era cuestión de tiempo para que las tecnologías de reconocimiento facial, aquellas que se vienen viendo en series de TV y películas de cine desde hace largos años (como Robocop, por ejemplo), llegaran a la “vida real” y fueran utilizadas por las fuerzas de seguridad.
La novedad está en China, donde según publicó The Wall Street Journal, las autoridades están usando gafas inteligentes que gracias a una cámara incorporada analizan los rasgos de potenciales delincuentes y, a través de una pantalla de proyección interna, muestran los resultados a los efectivos policiales.
Según el medio estadounidense, en las primeras etapas de implementación serán usadas en lugares como aeropuertos, terminales de autobuses y estaciones de tren para detectar, on line y en tiempo real, a fugitivos o potenciales criminales con antecedentes penales.
El desarrollo estuvo a cargo de la compañía LLVision Technology Co.
“Hasta el momento, han llevado a la detención de 26 pasajeros que portaban identificaciones falsas para intentar utilizar estos medios de transporte sin ser detectados”, publicó Fayer Wayer, agregando que está en fase de prueba en las comunidades de Xinjiang y Zhengzhou.
In China the police will wear Google Glass
#technology #HiTech #devices #news #World #EuropeSmart glasses will be the first to wear the employees of the railway…https://t.co/vKsRUrqglJ pic.twitter.com/o9BlY3RgmZ
— WWN Europe (@WorldWideNewsEU) 7 de febrero de 2018
Las gafas, al momento de identificar un rostro, de la misma manera que lo hace la cámara del iPhone X, por ejemplo, se conecta a una base de datos de la Policía local. Allí coteja la imagen con las archivadsa y en milisegundos (alrededor de 100) le devuelve los resultados al efectivo policial.
China lidera en el mundo en el uso de tecnología de vigilancia, con planes de instalar 400 millones de nuevas cámaras de CCTV en todo el país en los próximos tres años, y construir una base de datos de reconocimiento facial que pueda identificar a cualquier ciudadano chino en tres segundos. La lejana región occidental de Xinjiang, por ejemplo, se está convirtiendo en un laboratorio para probar tecnologías de espionaje de alta gama, dicen en QZ.
El uso de las nuevas tecnologías para combatir el delito tiene numerosos antecedentes, en especial en la misma China. En 2014 se presentó el C.U.P.I.D. (Chaotic Unmanned Personal Intercept Drone), un drone que fue concebido para interceptar y abatir delincuentes.
El aparato era capaz de disparar desde el aire 80 mil voltios, suficientes para derribar y paralizar a cualquier individuo. Era operado a través de un control remoto con cámara.