• La proactividad es una de las habilidades más buscadas por las empresas.

• El arte de escuchar puede ser más complicado de lo que crees.

• El plantear tus dudas va a demostrar tu interés en el trabajo.

La vida nos ha vuelto desconfiados. Cuando conocemos a alguien nuevo, aunque sea por puro instinto, lo estamos analizando, tanteando el terreno, para ver quién es y cuáles son sus intenciones. Este puede tratarse de un instinto de supervivencia muy primitivo, pero todos lo tenemos. Y hablando del ambiente laboral se vuelve todavía más importante. Cuando recién llegas a una empresa, aunque ya los hayas convencido previamente con tu currículum y con tu entrevista, no pienses que el camino ya terminó ahí. Ahora te toca estar a la altura de sus expectativas. La empresa va a esperar ver cumplir aquello que les prometiste previamente. Por algo se suelen hacer periodos de prueba cuando alguien entra, contratos temporales antes de poder formalizar la relación. Pero no temas, ya estás dentro, ahora solo falta ganarte la confianza de tu jefe.

El buen desempeño en el trabajo se mide de muchas formas. Depende de a qué te dediques y qué busquen ahí donde estás. ¿Ventas? ¿Números? ¿Cómo miden el éxito? Primero tienes que tener esto bien claro, para que te puedas enfocar en ello. Después de esto, el camino puede ser muy sencillo, dependiendo de la situación. No cabe duda que cada persona es diferente y te pueden tocar algunos jefes más complicados que otros. Quizá hay algunos más exigentes que van a necesitar que pongas mucho más esfuerzo. Incluso, puede ocurrir que te presionen cuando entres, para saber si estás a la altura. Este tipo de pruebas van a determinar muchas cosas de ti y tu personalidad, así que tienes que ponerle empeño. Para que este proceso no te sea tan complicado, aquí te damos algunos consejos que te pueden ayudar.

Aprende a escuchar

El arte de escuchar puede ser más complicado de lo que crees. Tal vez de entrada debes, por lo menos, estar atento a todo lo que tu jefe diga. Ya si eres capaz de percibir lo que esconde detrás, es mucho mejor. Tienes que leerlo a fondo y responder adecuadamente.

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No te quedes con dudas

Siempre pregunta. No te quedes callado, que muy seguramente en el trabajo donde estás no te contrataron para que te quedaras inmóvil. El plantear tus dudas va a demostrar tu interés en el trabajo y que deseas que el proyecto que se realiza salga bien.

Infórmalo de todo

No nos referimos a que seas un “chismoso”, sino a que le digas las cosas buenas y las cosas malas que pasan durante tu desempeño. ¿Qué te hace falta? ¿Qué se puede mejorar? ¿Cómo crees que alcanzarás mejor tus resultados? Todo díselo y, como en el punto anterior, mostrarás interés.

Sé proactivo

La proactividad es una de las habilidades más buscadas por las empresas. Que seas alguien que trabaja a consciencia y no se queda detenido, esperando a que le den órdenes. Necesitas ser alguien propositivo y tu jefe debe poder verlo.

Sé conciso

A veces menos es más. Cuando se trata de procesos laborales y de eficiencia, no debes irte por las ramas, debes estar seguro de lo que se va a hacer y no salirte del camino. Actuar de manera precisa ante lo que te indican, sin ser rebuscado, es la clave.