China no se quedará de brazos cruzados ante las amenazas de Estados Unidos y adoptará “las medidas que sean necesarias”, si el presidente Donald Trump, perjudica el comercio chino, advirtió el portavoz de la Asamblea Popular Nacional (APN), Zhang Yesui.

El funcionario sostuvo este domingo que China recibirá a funcionarios estadounidenses para una nueva ronda de diálogo sobre asuntos comerciales, mientras aumentan las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo.

“Si Estados Unidos toma medidas que perjudiquen los intereses chinos, China no se quedará de brazos cruzados y tomará las medidas necesarias”, ha asegurado el vocero.

Zhang indicó que China no quiere una guerra comercial, pero no permitiría que se dañen sus intereses. No dio detalles sobre el momento de las conversaciones o quién podría ser incluido.

La sesión informativa se celebró un día antes de la apertura de la reunión anual de la legislatura, donde se espera se promulguen cambios radicales durante su sesión de dos semanas que permitiría al presidente Xi Jinping gobernar indefinidamente.

Sin embargo, Zhang, en declaraciones formuladas en la víspera de la sesión plenaria anual de la Asamblea, ha acentuado que su país “no quiere una guerra comercial con Estados Unidos”.

Se trata de la reacción más dura lanzada por el gigante asiático desde que Trump anunció el jueves la imposición de un arancel del 25 por ciento a las importaciones de acero y del 10 por ciento sobre las de aluminio, para impedir que Estados Unidos siga perdiendo “muchos miles de millones de dólares en comercio con virtualmente cada país con el que hace negocios”.

El sábado, el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, reprobó las nuevas tarifas de la administración estadounidense. “La medida estadounidense de imponer sanciones a las exportaciones razonables de acero y aluminio de otros países carece de fundamento”, indicó.

Esta polémica decisión ha generado críticas por parte de la Unión Europea (UE), además de golpear a las principales bolsas de valores del mundo.

En otra parte de sus declaraciones, Zhang avisó también a Washington de que “las políticas basadas en juicios o presunciones equivocadas dañarán las relaciones y traerán consecuencias que ninguna parte querría ver”.

Zhang recordó este domingo que el total de intercambios comerciales entre ambas potencias económicas alcanzó más de 580 mil millones de dólares en 2017, por lo que “es natural que haya algunas fricciones”.

Sin embargo, insistió en que la cooperación es la única salida a esas diferencias y puso como ejemplo la visita que esta semana ha realizado a Washington el principal asesor económico del Gobierno chino, Liu He.

“Es importante que ambas partes perciban las intenciones estratégicas recíprocas de forma correcta y con mente abierta”, recalcó Zhang en la rueda de prensa previa a la apertura, mañana lunes, del plenario anual de la ANP, que concluirá el próximo 20 de marzo.

Liu He se reunió con líderes empresariales estadounidenses, así como con el asesor económico de la Casa Blanca Gary Cohn, el secretario del Tesoro Steven Mnuchin y el representante comercial de Estados Unidos Robert Lighthizer.

Liu pidió un enfoque colaborativo en lugar de confrontativo para lidiar con las fricciones comerciales, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de China en un comunicado el domingo.

Asegurar el desarrollo estable de las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos se ajusta a los intereses de ambos países y la prosperidad económica mundial, dijo Liu, según el comunicado.

En la sesión informativa de este domingo, Zhang detalló que las autoridades chinas planearon consolidar tres leyes anteriores en una nueva legislación destinada a promover y proteger la inversión extranjera.

China creará un entorno transparente, estable y predecible a la vez que ampliará la entrada en el mercado para los inversores extranjeros, precisó.