Por: Carlos Tapia
Twitter: @carlosftapia
Foursquare en México no ha logrado consolidarse como se esperaba. La sobre excitación de su alcance construyeron una burbuja especulativa tal, que incluso muchos llegamos a pensar que en el corto plazo lograría destronar a los grandes, o al menos entrar en el top 3 de social media. Pero no ha sido así. La red con gran foco en generar lealtad con los pequeños mercados locales, hoy es más un juego de egocentrismo banal que una herramienta de negocios. Una fuente de entretenimeinto para niños geek.
Hablemos con franqueza. ¿Para qué ocupan Foursquare? La neta. ¿Para desbloquear los escasos Specials que encontramos alrededor?. Para buscar esa oferta tremendamente tentadora que seguro sólo aparecerá esa semana y que nos hace imposible no darle check-in al lugar que la ofrece: “A nuestro Mayor dos café medianos por el precio de uno” Descubriendo que el Alcalde tiene 87 check-ins. No comments.
Pero no vayamos a pensar que lo ocupamos para hacer check-in en la calle Ejército, luego en Avenida Ejército, luego en el tráfico de Ejército, en la esquina de Ejército con Moliere, en Polanco, luego en Miguel Hidalgo, Zzzzz. ¿Ustedes no son de ese tipo de usuarios, no?. Claro nadie se exime. Seguramente en algún momento del día hemos caído en esa extraña, pero hoy común costumbre digital.
Las preguntas nacen solas: ¿Cuántos son los reales beneficiados con lo Specials? muy pocos. ¿Cuántos lo usan para construir relaciones con una base potente de consumidores? Menos aún. ¿Cuántos chek-ins son hechos con la exclusiva necesidad de quedar mejor ranqueado frente a tus amigos? Muchos, cada día más. Es cierto que existen proyectos exitosos, pero los más destacados (McDonalds, History Channel, etc, etc) no son parte de la cultura local.
Desde su origen, y no ha cambiado hasta el día de hoy, Foursquare ha funcionado principalmente como una herramienta de conexión entre pequeñas marcas y sus consumidores. Busca construir una lealtad a largo plazo en base a la entrega de beneficios mutuos, tratando de viralizar esta relación bajo la pista del deseo y la envidia. Pero también, es una herramienta esencial para quienes buscan en su entorno qué hacer y recomendaciones de cada lugar por minúsculo que éste sea.
Es evidente que la data cruda que obtenemos con esta red es valisiosísima. Los hábitos, comportamientos, rutinas, consejos, opiniones, mood de nuestros consumidores; son vaciados diariamente y de forma completamente deshinibida. Herramientas como Spotistic han ayudado a las pymes a manejar esta relación buscando formalizar una rama importante del Customer Relationship Management (CRM), pero con una visión más avanzada, con más futuro.
Este “valiosísimo historial” ofrece una inutilidad infinita de datos que se convertirían en relevantes si tuviéramos conexiones que nos permitirán darles valor.
Lamentablemente los negocios locales han retrasado su adaptación por factores que son parte de su identidad/desconocimiento o el miedo natural que esta plataforma pone fundamentalmente en los mercados latinoamericanos.
Para muchos, Foursquare contradice un principio básico de los pequeños mercados locales y que potencialmente deberían ser los más beneficiados: perder la íntima y orgánica relación cara cara con sus más fieles consumidores, dejando esta responsabilidad a quienes viven intensamente la tecnología y que prefieren mirar su celular que a quien lo atiende.
Yo me declaro un jugador de quinta división cuando lo uso, de esos que alguna vez jugaron en primera y que la edad, el aburrimiento y la tentación de mirar a otros lados nos ha hecho pensar en le retiro; aburrido del spameo que se genera diariamente y buscando ese atisbo de luz que alguna vez hagan pensar en regresar o al menos tener un partido de despedida.
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