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El presidente de Samsung Electronics, Lee Sang-hoon, ha sido condenado a una pena con cárcel, tras enfrentar cargos por sabotaje sindical.
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La cantidad de controversias laborales dentro del mercado tecnológico ha dado pie a una serie de acciones que reflejan la mala gestión de talento.
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La equidad de género ha sido otro de los elementos más cuestionables dentro del mercado tecnológico.
El presidente de Samsung Electronics, Lee Sang-hoon, ha sido condenado a una pena de 18 meses de cárcel y el incidente nos recuerda la situación en la que se encuentra la gestión de talento dentro del mercado tecnológico.
Los hechos detrás del cargo de prisión que Lee Sang-hoon enfrenta, se remontan a diversos incidentes documentados, en los cuales implementó tácticas que buscaron sabotear los intentos de los empleados de Samsung por sindicalizarse, llegando al extremo de incluso terminar contratos con proveedores que contaran con organizaciones sindicales.
Uno de los casos que los medios han dado a conocer se centró en el departamento de atención a clientes, donde diversos ejecutivos de la marca se dieron a la tarea de atacar los ánimos que estaban surgiendo en esta área, para poder integrar un sindicato.
Otro de los aspectos que han destacado medios como la BBC sobre este caso, es que los directivos de la marca se dieron a la tarea de encontrar información sensible sobre los empleados para usarla y disuadirlos, así como el retraso de negociaciones entre gerentes de la marca con representantes sindicales.
A la demanda contra Lee Sang-hoon se suman otros casos de presidentes de compañías, que se han visto involucrados en casos penales.
Banco de Valencia
El exCEO del Banco de Valencia Rory Cellan-Jones es el segundo caso de este listado de presidentes de grandes marcas, quienes se han enfrentado a la justicia por una mala gestión directiva.
Rory Cellan-Jones declaró el pasado mes de noviembre ante la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Naciona en España, el haber manipulado procedimientos internos con base en los cuales buscó beneficiar a diversas empresas, por lo que la dimensión del quebranto económico que dejó en la empresa fue estimado en más de 93 millones de euros.
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Nissan
El arresto de Carlos Ghosn ocurrido en noviembre de 2018 se convirtió en uno de los casos más polémicos que han golpeado a la industria automotriz.
Carlos Ghosn fue el CEO de Nissan, cargo en el que presuntamente desempeñó diversas actividades financieras prohibidas, que lo llevaron a pasar tiempo en la cárcel, acusado de malas prácticas financieras en un caso que verá apenas su primer de dos juicios en 2020.
Carlos Ghosn ha sido una de las mayores caídas que han ocurrido en el mercado corporativo y un símbolo de la realidad que enfrentan hoy en día los directivos, rompiendo cualquier mito de inmunidad a su favor.
Huawei
Wanzhou Meng, CFO de Huawei y también hija del dueño de la compañía, fue detenida en Canadá en diciembre e 2018 y su captura se convirtió en otro gran caso de la realidad que enfrentan las élites directivas hoy en día.
Su detención se debió a una solicitud que Estados Unidos hizo a la Interpol, al estar siendo investigada por la posible violación a las sanciones que el país norteamericano tiene impuestas a Irán.
Tras la escandalosa detención, Meng demandó a las autoridades de Canadá, argumentando que había sido víctima de una detención ilegal, debido a que fue entrevistada en dos ocasiones por las autoridades que tuvieron acceso a la información de sus dispositivos ingresando a ellos con la contraseña que le exigieron entregar.
Audi
La detención del CEO de Audi, Rupert Stadler, se convirtió en otro de los grandes incidentes ocurridos en junio de 2018, luego de que fiscales alemanes ordenaron la aprehensión del directivo por el escándalo que provocaron las denuncias sobre la alteración que sufrieron vehículos diesel del grupo Volkswagen.
Este ha sido otro de los grandes golpes que directivos de la alemana han recibido, estableciendo un antecedente que a la fecha sigue siendo un referente.
