• Pide consumidora a la marca un control más estricto en medidas de higiene, sobre todo en el área de la cocina.

• Narra mala experiencia en McDonald’s de Staffordshire, pero disculpa error y asegura que volvería a la tienda.

• Aconseja a las personas revisar sus alimentos a la hora de comprar y aceptar que existen errores humanos.

Un error en la cocina hizo que los empleados de un McDonald’s en Reino Unido tuvieran que pedir disculpas a una madre mortificada y se comprometieran a cuidar sus procesos sanitarios, pues en la Cajita Feliz de su hijo apareció más que un juguete… había un caracol real.

Britney Johnson es residente de Sneyd Green y recurrió a las redes sociales para narrar su mala experiencia de consumo; sin embargo, aclaró que su intención era alentar a las personas a revisar mejor sus alimentos a la hora de comprar, así como a pelear por sus derechos cuando las grandes marcas fallen en el servicio.

Asimismo, la mujer expuso que la acción inmediata de los trabajadores fue óptima, aunque la higiene y calidad en la preparación de alimentos dejaba mucho que desear.

En su caso, por ejemplo, había comprado dos platos de filetes de pollo, una Cajita Feliz de nugget de pollo y un pequeño paquete de quesos… pero a la hora de comer la sorpresa fue grande.

Mientras se preparaban para comer, Britney encontró un caparazón duro dentro de la hamburguesa de su pequeño, lo que la dejó atónita al darse cuenta que estuvo a punto de llevársela a la boca.

“Estaba rompiendo mi hamburguesa en pedacitos, y por eso pensé que era una miga en mi caja de hamburguesas… lo levanté y me di cuenta de que era un poco duro para mis dedos. Lo miré y vi una concha”.

“Yo estaba como: ‘Dios mío, es un caracol’. No podía creer lo que estaba viendo, yo estaba como: ‘¿estoy viendo cosas?'”

“Me quedé impactada. Casi me lo comí porque pensé que era una migaja. No sé si había salido de la lechuga.

“Estábamos aparcados en el aparcamiento, así que le dije a mi compañero que volviera a entrar y les contase lo que había pasado”, narró la mujer de 22 años.

De acuerdo con el testimonio, que fue reportado en diversos medios de comunicación ingleses, la madre estaba entre sorprendida e indignada.

No obstante, al hablar con los empleados del establecimiento, se le reembolsó el costo de su pedido y la cadena de comida rápida le envió una disculpa pública por el incidente.

Asimismo, la familia de cuatro recibió un reembolso completo y el reemplazo de todo su pedido, por lo que en la crítica que hicieron a través de internet no fue dirigida al personal.

Britney expuso que sí volverían a comer en McDonald’s y que, pese a la mala experiencia, entiende que hay factores externos que no siempre tienen culpables, pero que pueden prevenirse, por lo que confía en que la marca tome medidas sanitarias más complejas y que la disculpa como consumidora no sea el único recurso al que las personas puedan aspirar en estos casos.

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