Los padres de Mara Castilla, la joven asesinada en septiembre de 2017 en Puebla tras abordar una unidad de transporte operado por Cabify, interpusieron el jueves 27 de septiembre de este año, una demanda civil ante el Tribunal Superior de Justicia de Ciudad de México, en contra de la empresa por el daño moral sufrido a causa del crimen.
El caso marcó un antes y después en la percepción de seguridad del usuario de este tipo de apps en México y el mundo. El segmento se vio duramente afectado en su reputación, tanto Cabify como Uber y demás aplicaciones de transporte privado.
Cada una comenzó campañas para mejorar la percepción de los consumidores al respecto. Uber incluso integró a su pauta publicitaria a medios masivos como la televisión.
Cabify, que final es una compañía española de movilidad, integró a sus empleados en dicho país, a una campaña que atañe a su país natal.
La nueva campaña de @cabify_espana es brutal. Simple, sutil pero muy potente y única (no recuerdo algo parecido). Me encanta y más hoy con la noticia de Uber moviendo impuestos a Holanda. pic.twitter.com/1aBSYy0QFX
— Jorge Díaz Largo (@jorgediaz) 13 de septiembre de 2018
La firma cuenta en España con una plantilla cercana a los 400 empleados con una media de edad de 28 años. Ha integrado a 400 empleados en sólo siete años.
Pero sus cifras no dicen nada ante una crisis de marca, por lo que ahora intentan llegar por medio de 60 de sus empleados como los protagonistas de su nueva campaña.
La iniciativa “Somos de aquí” ha estado activa desde septiembre y continuará en octubre en la capital española, pero ¿será suficiente para limpiar su nombre? Más aún, ¿en México qué hará la marca?