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Toda personalidad sobresaliente debe sostener actitudes mesuradas o que concuerden con el punto de vista colectivo.
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Cuando un usuario de redes sociales incurre en comentarios adverso o irrrespetuosos existiría un bloqueo temporal al usuario o la eliminación de los contenidos en cuestión.
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Las redes sociales pueden potenciar o hundir los alcances del branding personal y debe considerarse al momento de proyectar a cualquier personalidad con influencia.
Cuando se es una personalidad sobresaliente en el ámbito social, ya sea en el espectáculo, el periodismo, los deportes, la academia, la política o cualquier otro sector, es útil sostener actitudes mesuradas o que concuerden con el punto de vista colectivo dentro de su área de influencia.
Y es que los puntos de vista y pensamientos de las personas conocidas son capaces de influenciar a las audiencias y llegan a determinar creencias colectivas, sin duda se trata de una gran responsabilidad y ello también se traslada al terreno de las redes sociales, en donde muchas figuras públicas vierten sus opiniones.
Pero las redes sociales se rigen por ciertas normas, las cuales casi siempre están subordinadas al respeto a la libertad de expresión, pero también a la no discriminación y a un ambiente en donde no se ataque a los demás por sus creencias religiosas, orientación sexual, color de piel, costumbres, nacionalidad, etcétera.
Cuando cualquier usuario de redes sociales incurre en algún comentario adverso o contrario a un marco de respeto y de correcta convivencia puede denunciarse y existiría un bloqueo temporal al usuario o la eliminación de los contenidos en cuestión. Y recientemente han ocurrido dos casos de ello en el panorama público de México.
Por un lado, el comunicador Mauricio Clark emitió mensajes en su cuenta de Twitter alusivos a una supuesta convocatoria para una marcha de personas que han dejado de ser homosexuales. El hecho causó indignación y fue señalado como una invitación al uso de terapias de conversión para las preferencias sexuales de las personas, que desde el punto de vista de muchos especialistas, socavan la dignidad de las personas y su libertad para expresar su identidad sexual y de género.
Ante ello, Twitter procedió a eliminar el comentario.
Muy respetable lo que piensen y hagan los demás, pero este es mi punto de vista:
Sólo existe un género, EL GÉNERO HUMANO, donde Dios diseñó el complemento perfecto para el amor mismo y la creación:
Hombre – Mujer.
— Mauricio Clark ???? (@clarketo) 5 de junio de 2019
Otro ejemplo que relaciona a figuras públicas con las redes sociales es el que ocurrió hace unos días con el diputado federal mexicano Gerardo Fernández Noroña, quien ha tenido frecuentes enfrentamientos con otras personas, los cuales se han hecho públicos a través de Twitter.
Tras un altercado con una mujer en un aeropuerto, el diputado fue señalado por varios usuarios de Twitter y habrían sido borradas algunas de sus publicaciones, lo que provocó que el diputado acudiera a las oficinas de Twitter en México para señalar censura en su contra.
La derecha está compartiendo mi teléfono personal por las redes, piensan que así me hacen daño. Cuando doy mi número en las asambleas públicas. No tengo problema en que todo mundo tenga mi número.
— Fernández Noroña (@fernandeznorona) 19 de mayo de 2019
Ambos casos ponen en relieve la importancia que las personas con exposición pública deben poner en el uso de sus redes sociales, aún por encima de cuentas de personas que no tienen tal presencia mediática.
Se trata de un aspecto capaz de potenciar o hundir los alcances del branding personal y debe considerarse al momento de proyectar a cualquier personalidad con influencia.