En el inicio de la década pasada, comenzaron a tomar fuerza los blogs; sitios web elaborados por un individuo o grupo con la finalidad de abordar ciertos temas en específico. Nacieron de manera informal e independiente, aunque hoy en día muchas compañías tienen uno.

La principal diferencia entre un blog y un sitio web tradicional es que el primero surge con el propósito de generar un espacio de expresión para el escritor y los lectores, quienes pueden dejar comentarios o participar en foros de discusión. Además, los blogs deben ser actualizados constantemente, ya que se alimentan de varias publicaciones diarias.

Actualmente, tener blogs es una práctica recurrente para los sitios web, ya que los buscadores posicionan mejor a quienes generan contenido constantemente. Además sirven para enganchar a los consumidores y obtener más visitas diarias. También se puede generar dinero con ellos.

En algunos casos, como Huffington Post, lo que inicia como un blog puede evolucionar a un medio de comunicación tan confiable como cualquier periódico. En el 2011, la compañía AOL adquirió el sitio por 325 millones de dólares con la visión de expandir sus servicios mediáticos y hacer crecer su comunidad. Hacia el 2012, ya tenía un premio Pulitzer, convirtiéndose en un referente de noticias e información en línea.

De igual forma, blogs como Mashable y TechCrunch, quienes también han sido comprados por AOL, son ahora sitios con una reputación que les precede y se han convertido en medios de comunicación digitales importantes a nivel global.